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La falta de suelo deja a Pontevedra fuera de la pugna por el Ikea del sur de Galicia

J. Fuentes / Ch. Casares

PONTEVEDRA

27 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Años hace que se da por seguro que Ikea, la famosa multinacional sueca del mueble barato con diseño escandinavo, iba a instalar su centro comercial del sur de Galicia en Vigo. Directivos de la firma visitaron en varias ocasiones la ciudad y se planificó su instalación en una amplia zona terciaria de Liñeiriños, en la parroquia de Cabral, muy cerca de la autovía a O Porriño.

La localidad industrial rentabilizará así los problemas en la planificación urbana que acarrea la ciudad olívica por los retrasos del Plan Xeral vigués, que lleva seis años y medio en tramitación. Porque no ven claro el lugar o, incluso, por haber surgido una opción nueva con mayores ventajas, lo cierto es que Ikea ha iniciado negociaciones para instalarse en la vecina localidad de O Porriño.

En la pugna, en la que también han entrado con anterioridad municipios como Nigrán y los municipios de O Morrazo, Pontevedra está abocada a quedarse al margen.

El vuelco en este proceso de instalación de la multinacional sueca se ha conocido esta semana por boca de la oposición popular de Vigo en el transcurso de una sesión de la Gerencia municipal de Urbanismo. José Manuel Figueroa, ex concejal de Urbanismo, aseguró haber recibido información en este sentido de concejales porriñeses, cabe imaginar que pertenecientes a su partido. Unas horas después, Raúl Francés, alcalde nacionalista de O Porriño, confirmaba estos contactos y realizaba unas declaraciones apaciguadoras para evitar cualquier roce con Vigo.

Del contenido de sus palabras podría deducirse que las negociaciones están muy avanzadas y que, ganador en la puja por acoger un centro comercial muy popular, se permite pronunciarse en términos condescendientes.

Quien no ha querido abrir la boca es la propia Ikea. Un portavoz de la firma aseguraba esta misma semana que «no hay nada cerrado» y que, como hacen siempre, «se valora siempre más de una alternativa». Pero si la opción de Vigo se tambalea, la de Pontevedra no se ha llegado ni a poner sobre la mesa, pese a la idoneidad geográfica de la capital, toda vez Ikea ya cuenta con centros en Oporto y proyecta uno en A Coruña.

Sin embargo, si el PXOM de Vigo acumula un notable retraso, el de Pontevedra está aún menos avanzado, por lo que la escasez de suelo industrial deja a Pontevedra en fuera de juego.

Sorprendido, o no, por el bombazo de Figueroa, el alcalde vigués, el socialista Abel Caballero, se limitó a explicar que no hace muchas semanas estuvo con directivos de Ikea y que sus noticias son que sigue queriendo instalarse en Vigo. También tuvo cuidado en aclarar que el Plan Xeral que defendía el PP es el mismo que se aprobó a finales de diciembre. De esta manera se escabullía de la principal acusación de Figueroa, a cuyo juicio Ikea quiere irse a O Porriño por los cambios que se han introducido en el documento urbanístico desde la llegada de Caballero a la alcaldía.