Los desarrollos urbanísticos están amenazando el litoral gallego, y Sanxenxo no es ajeno a la tendencia, ya que está ocurriendo exactamente lo mismo. Por ejemplo, el impacto en el entorno natural de Os Cotos, en A Granxa, es real, y los vecinos consideran una aberración que el Concello permita que una promotora «se cargue un monte» para dar paso a dos complejos de viviendas compuestas de bajo y dos plantas.
Los movimientos de tierra, que se iniciaron hace unas semanas, han modificado la fisonomía del lugar, un enclave natural que respira a escasos metros del mar. «O monte desapareceu», destaca un lugareño. "É unha atrocidade», añade otro.
A pesar de los esfuerzos de la Xunta para proteger el litoral gallego, al igual que sucede en otros municipios costeros, varios desarrollos de Sanxenxo ya han sido aprobados definitivamente o ya están en marcha previo a la llegada de las medidas urgentes adoptadas por el gobierno autonómico, por lo tanto, librándose de la denominada franja de protección de los 500 metros.
Para los vecinos de Os Cotos en particular, y A Granxa en general, la urbanización que se acomete se encuentra en el marco del plan expansivo «de Telmo Martín, que viña salvar Sanxenxo», afirma un funcionario municipal que prefiere no dar su nombre.
«Lo que el gobierno local le está haciendo al municipio es sangrante», apunta el concejal de la formación Veciños Independentes por Sanxenxo (VIPS), José Luis Rodríguez. «Sitios con playas hay muchos, pero el paisaje de Sanxenxo era especial. Ahora está acabando con el entorno y ya dejaremos de ser pronto un municipio turístico», agrega.
A Granxa sufre en la actualidad la construcción de dos polígonos de viviendas, 969 chalés que se levantarán sobre una superficie de algo más de 183.000 metros cuadrados, repartidos en dos bolsas de suelo.
De hecho, Salvemos Pontevedra, un colectivo ecologista, había intentado paralizar el desarrollo de estas y otras urbanizaciones en el litoral. En este sentido, la oposición ha criticado en varias ocasiones a la alcaldesa, Catalina González, por limitar el desarrollo del municipio «a base de planes parciales».
En la actualidad, además de las promociones en marcha, Sanxenxo está tramitando ante la Consellería de Medio Ambiente la construcción de otras 500 viviendas a menos de 500 metros de la costa (Major, Montalvo y Soutullo).
Falta de protección
Por otro lado, VIPS presentó ayer un escrito en el Concello en el que se hace eco de quejas vecinales sobre la falta de seguridad que la obra significa para viandantes y conductores. La formación política alega que la constructora se limitó a instalar una maya que sirve como cierre para la actuación. Los vecinos, de acuerdo con José María Rodríguez, han solicitado que se retire el cierre de nailon, «que a juicio de muchos ciudadanos solo sirve para impedir la visión de un paisaje singular y para tapar las vergüenzas medioambientales que se están cometiendo tras la maya».
Suelos 26 y 28
Mientras tanto, en la reunión de la gerencia municipal Urbanismo prevista para mañana viernes se contempla la aprobación definitiva del plan parcial para el desarrollo del suelo 26, en O Revel. Allí se ejecutará 77 chalés en una superficie total de 25.822 metros cuadrados. La urbanización está próxima a la parcela donde se construirán varios equipamientos públicos, entre ellos, escuelas y un ambulatorio. Ayer, el DOG anunció la forma de un acuerdo del aprovechamiento lucrativo del suelo 28 en Bouzón, donde se edificarán otros 47 chalés.