Una macabra sonrisa asoma en la necrópolis de San Bartolomé

PONTEVEDRA

Hallan un rosario en una de las tumbas del otro cementerio de Santo Domingo

13 may 2008 . Actualizado a las 10:06 h.

Dos equipos de arqueólogos y dos necrópolis excavadas al mismo tiempo. Apenas doscientos metros separan el antiguo cementerio de San Bartolomé El Viejo del de Santo Domingo y ambos están aportando singulares hallazgos.

Cada una de las excavaciones tiene también su propio responsable político en función de las obras urbanas a las que están vinculadas. Teresa Casal y César Mosquera se alternaron ayer para dar cuenta, junto a los arqueólogos, de esos últimos hallazgos en sus respectivas áreas de intervención.

Primero fue la concejala socialista la que visitó el entorno del Teatro Principal y la Casa das Campás. Allí aparecieron una sucesión de enterramientos en fosas, vinculados con la iglesia de San Bartolomé El Viejo, que data del siglo XII y desapareció con la desamortización en el siglo XIX.

Hasta el momento, han sido localizados en este área cinco esqueletos, con la particularidad de que uno de ellos tiene la dentadura completa.

Según explicó el arqueólogo director de la excavación, Xaquín Ferrer, la aparición de un esqueleto con todos los dientes no es habitual y supone un dato muy interesante para el estudio antropológico, en el que colaborará una especialista del Instituto Rocasolano, que depende del Centro Superior de Investigaciones Científicas. Entre otras cosas, permitirá conocer la edad de la persona muerta, enfermedades o posible causa del fallecimiento, así como la alimentación de la época. En ocasiones ha habido hallazgos de esqueletos con restos de dentadura, «pero no tan completa y aparentemente en buen estado, como en este caso», indicó el arqueólogo.

Por su proximidad y completa visibilidad a través del vallado, la excavación de esta necrópolis llama mucho la atención de los viandantes y algunos quisieron ver en el esqueleto dentado una «sonrisa macabra».

En esta intervención arqueológica también aparecieron dos monedas de la época moderna, aún pendientes de datar. Sin embargo, no se ha detectado todavía ninguna estructura vinculada a la antigua iglesia de San Bartolomé el Viejo, como ocurriera en una anterior fase de la investigación, en las más proximidades de la calle Charino.

La previsión es que esta excavación pueda estar rematada la próxima semana para continuar con las obras de mejora de las calles Don Filiberto y Bastida.

El otro hallazgo

En cuanto a la excavación del antiguo cementerio de Santo Domingo, motivada por las obras del párking de la plaza de España y visitada ayer por César Mosquera, la novedad está en la aparición de un posible rosario en una de las tumbas destapadas. El director de esta intervención arqueológica, Xurxo Constela, indicó que tampoco es habitual encontrar ajuar en este tipo de enterramientos austeros en fosas excavadas en el terreno natural, con los muertos envueltos en sudarios y sin caja.

La pieza encontrada es una especie de cadena de cobre con bolitas doradas que pendía de unos de los esqueletos a la altura de la cadera. Los restauradores la examinaban ayer para intentar extraerla entera.

Esta necrópolis está vinculada a la antigua iglesia conventual de Santo Domingo, de la que se conservan sus ruinas, y hasta ahora han sido descubiertas veinticinco tumbas, aunque por ahora solo dos fueron excavadas. Los arqueólogos sitúan este cementerio exterior en el siglo XV, pero la iglesia sufrió numerosas ampliaciones y el hipotético rosario apareció en una tumba más moderna, probablemente del siglo XVI, situada dentro de una de las capillas laterales que se fueron adosando a la iglesia principal.

De los cimientos del templo principal aparecieron una especie de contrafuertes y otros elementos constructivos, además de unos pilares que corresponderían a una de esas capillas adosadas.