Ellos cogieron el toro por los cuernos. Viendo la falta de residencias en Pontevedra para atender a sus propios familiares y pensando en que un futuro próximo iban a tener dificultades ellos mismos para accceder a una plaza pública por su pensión, decidieron abordar por su cuenta la promoción de un centro de este tipo. Ahora son 57 mayores (algunos jubilados y otros próximos a la jubilación) los que forman la sociedad limitada Soremay Berguer, que construye una residencia en O Gorgullón, pero al principio fueron tres de ellos los que tuvieron y pelearon por esta iniciativa, única por el momento en Galicia.
El presidente de la sociedad, Juan Bernardo López, había observado el modelo en Andalucía. «Algunos de los socios habían tenido problemas con familiares sin que en Pontevedra hubiese un lugar para atenderlos -explica-. Entonces, pensamos, lo hacemos nosotros para no esperar a que lo haga otro».
Ocho años
El grupo -que incluye a profesionales liberales, funcionarios, empleados de banca y de diversos sectores- empezó a buscar solares en Pontevedra y alrededores hace ya ocho años. En algunos de los que tentaron fueron desplazados por promotores privados, hasta que hace dos años optaron al terreno donde construyen ahora la residencia, uno de los que puso a la venta el Concello.
Su proyecto recibió la máxima puntuación, a pesar de que no era la oferta económica más ventajosa para el Ayuntamiento (pagaron 1,6 millones de euros cuando otra empresa ofrecía 2,7). Y aunque en un principio el proyecto trascendió desde el Concello como una cooperativa que construiría minipisos para jubilados, la idea fue siempre la de la residencia.
«La mayoría de los que formamos la sociedad -añade Bernardo López- pensamos ser usuarios en el futuro o pensamos en la residencia para familiares. Aunque no necesariamente todos vamos a ir allí, la idea es que los socios puedan disponer de esa posibilidad». Pero además, las 98 plazas de que dispondrá el centro estarán abiertas a oferta pública.
Los promotores destacan además como una de las grandes ventajas la céntrica ubicación del inmueble, «que permitirá a aquellos mayores que tengan movilidad desplazarse a tomar un café con los amigos, pasear por el entorno del Gafos, que está muy cerca, o ir al cine, además de facilitar a sus familiares las visitas para vivir más de cerca las vicisitudes de sus parientes».