Un vecino de Pontevedra de 40 años de edad puede convertirse en la primera persona sancionada por infringir la ordenanza que regula la celebración del botellón en el municipio. El concejal de Seguridade Cidadá, Guillerme Vázquez, dio cuenta ayer del incidente protagonizado por el individuo, que derivó en su identificación por parte de agentes de la Policía Local y la correspondiente propuesta de sanción.
Los hechos se registraron en la noche del viernes al sábado en la calle Arzobispo Malvar. Según el relato del edil nacionalista, el hombre se encontraba en compañía de otros tres amigos bebiendo en la calle y, se supone, alterando por ello la convivencia ciudadana, cuya preservación es el fin de la ordenanza que entró en vigor el pasado día 22 de agosto.
Una pareja de la Policía Local localizó al grupo y les instó a dirigirse a la zona habilitada para el botellón, en el parque de Rosalía de Castro. Según Vázquez, tres de las personas acataron las indicaciones de los agentes, pero uno hizo caso omiso, por lo que se procedió a su identificación. A raíz del parte policial se ha formulado la pertinente propuesta de sanción. Se le imputará una falta leve -por vulnerar el punto de a ordenanza que prohíbe expresamente «la permanencia y concentración de personas en las vías y zonas públicas consumiendo bebidas cuando alteren la convivencia ciudadana»-, lo que puede acarrear para este individuo una multa de entre 300 y 750 euros.
El de este vecino pontevedrés fue el único incidente registrado durante el fin de semana en relación con el botellón, según destacó el concejal nacionalista. Vázquez quiso alabar especialmente la actitud «dos mozos e mozas que habitualmente participan neste tipo de actos», ya que la entrada en vigor de la nueva ordenanza se ha llevado a cabo sin mayores problemas.
Por su parte, el PP pretende dar un plazo de tres meses antes de valorar la efectividad de la ordenanza, que fue aprobada por unanimidad.