Uno de los atractivos del futuro centro arqueológico de interpretación de petroglifos de Campo Lameiro será la reconstrucción de un poblado de la Edad de Bronce. Con él, los visitantes podrán hacerse una idea de cómo era la sociedad que creó los grabados rupestres gallegos. Su ubicación estará en un espacio adecuado en el interior del parque arqueológico, que abre este fin de semana sus puertas a los vecinos del municipio, previa inscripción en el Concello, para que puedan conocer el estado de los trabajos y el potencial económico y cultural de este entorno.
Los participantes en las visitas visionan primero un vídeo introductorio en el centro sociocultural Sobrino Buhías en A Lagoa, para posteriormente desplazarse en un microbús hasta el parque arqueológico. A continuación, pueden recorrer las instalaciones del futuro centro de interpretación, que se encuentra en obras, bajo la explicación de los guías, quienes les informan con detalle de lo que contendrá el edificio.
Se trata de un inmueble de dos plantas, diseñado para tener el aspecto de «una inmensa roca salida de la tierra», según apuntó ayer uno de los visitantes. En la planta baja, con 3.500 metros cuadrados, habrá saldas de exposiciones e investigación y una cafetería. Será el espacio que conocerán los visitantes cuando el centro esté en pleno rendimiento. En la planta superior, se ubicará la parte administrativa del inmueble, con oficinas, salas de reuniones y almacenes. El centro de interpretación abrirá sus puertas en primavera, ya que las obras actuales estarán acabadas en marzo.
Aquí también está prevista la creación de una gran biblioteca, que reunirá, en un espacio habilitado con materiales no inflamables y a temperatura ambiente, todos los volúmenes y documentos relacionados con los petroglifos de Galicia, y de la Península Ibérica que la Xunta pueda adquirir o conservar. La pretensión de Cultura es que este punto sea una referencia obligada para el conocimiento, estudio y difusión de los petroglifos del noroeste peninsular.
Por su parte, el parque arqueológico propiamente dicho comprende 22 hectáreas donde, aprovechando la visión privilegiada de plataformas de madera no agresivas con el medio, los visitantes podrán recorre varios itinerarios y observar los grabados prehistóricos sin dañarlos.
Se da la circunstancia de que en esta ladera del monte hay una gran concentración de petroglifos, la mayoría de ellos ciervos. De hecho, en este espacio se pueden observar más de seiscientas insculturas de cérvidos. El más grande se encuentra en la Laxe dos Carballos, el petroglifo más emblemático, donde hay un ciervo de dos metros con seis lanzas clavadas y datado hacia el tres mil antes de Cristo.