La ciudad de los 35.000 estorninos

PONTEVEDRA

El estudio sobre aves silvestres en el entorno urbano detecta más de un centenar de especies que son habituales en Pontevedra. Varias de ellas, protegidas

01 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Pontevedra tiene numerosas virtudes ambientales: una ciudad entre dos ríos, con amplias zonas verdes, con una marisma próxima al centro urbano, con un parque como la Illa de Esculturas un poco más allá... Ahora puede presumir de otro indicador de calidad ambiental: la presencia más o menos estable de más de un centenar de especies de aves silvestres, que han adoptado el entorno urbano como residencia o como lugar de paso habitual.

Un estudio encargado por la concejalía de Medio Ambiente Urbano -cuyo titular, Raimundo González, destacó ayer que «o obxectivo non era catalogar as molestias que para algúns cidadáns poidan ocasionar as aves, senon a riqueza que as presencia de moitas especies aportan á cidade»- dio como resultado el avistamiento de un total de 127 especies diferentes en el entorno urbano. El grupo más numeroso es el de estorninos, un ave migratoria que pasa en Pontevedra parte del invierno y con una colonia habitual en Pontevedra que el estudio cifra en unos 35.000 individuos repartidos en seis «dormitorios».

El biólogo Xabier Vázquez Pumariño es el responsable de un estudio para cuya realización se pasó buena parte del año 2008 encaramado a uno de los edificios más altos de la ciudad: el edificio Las Torres, desde el que se pueden ver buena parte de los tejados del casco urbano, y especialmente de centro histórico.

Este sistema de avistamiento permitió detectar la presencia en los tejados del centro histórico de no menos de 60 nidos de gaviotas patiamarelas, una especie propia de las Illas Atlánticas a las que la comida fácil ha atraído a las ciudades. Esas sesenta parejas de gaviotas han criado durante el 2008 unos cien polluelos y adaptan sus hábitos al entorno urbano. Igual que las palomas, con una población imposible de calcular, apunta Pumariño, pero que en algunas zonas concretas registran una densidad de unos 110 ejemplares por kilómetro.

Especies protegidas

El estudio detectó la presencia en la ciudad de una veintena de especies protegidas. Una de ellas, el carricerín cejudo, está considerada a nivel mundial como «vulnerable». Otras dieciocho especies avistadas en la ciudad tiene diferentes grados de protección a nivel nacional: cuatro están consideradas «en peligro», hay ocho «vulnerables» y seis «casi amenazadas. Y a nivel gallego, se localizan tres especies «en peligro» y tres «vulnerables».

Como curiosidad, cabe destacar que el informe identifica hasta ocho especies «introducidas», es decir, que no son propias de este clima pero viven libremente en el entorno urbano de Pontevedra: hay cotorras argentinas y cotorras de Kramer, cisnes negros australianos, cisnes mudos (propios del norte de Europa), patos crioulos habituales de América Central, gansos de Canadá, gansos de Egipto, y unos pequeños pájaros tropicales conocidos como picos de coral.

Entre las conclusiones del estudio, se proponen cuatro zonas de conservación prioritaria para favorecer la riqueza de aves: la Xunqueira de Alba y el río Rons, la ribera del Lérez, la zona intermareal de Lourido-Mollavao, y la ribera del Gafos.