Partió a Argentina con 15 años y regresó a Pontevedra con una de las mayores fortunas logradas en la emigración.
25 feb 2010 . Actualizado a las 12:22 h.En el año 1900, Casimiro Gómez, el hijo de unos modestos labradores de Viascón (Cotobade) que había partido con solo 15 años para Buenos Aires regresaba a Pontevedra con una de las mayores fortunas conseguidas por la emigración gallega en Argentina. Y compra por 100.000 pesetas la finca de Monte Porreiro, para inaugurar seis años después las lujosas instalaciones del balneario del Lérez en un momento de eclosión de este tipo de centros terapéuticos. Así empieza la aventura termal de este empresario y filántropo, objeto de un arduo trabajo de investigación histórica por parte de Xosé Manuel Pereira Fernández y recogido en un libro editado por la Diputación que se presenta esta tarde, a partir de las 20 horas, en el sexto edificio del Museo. El balneario del Lérez. La aventura termal de Casimiro Gómez es un estudio detallado de la historia del lugar, del contexto en el que aparece y desaparece, de la biografía de su impulsor y de la lúcida estrategia comercial que desarrolló, aprovechando sus influencias, para difundir y exportar a Sudamérica e Inglaterra las aguas medicinales del Lérez, a las que se atribuían importantes propiedades terapéuticas.
Pereira empezó hace diez años esta investigación, que en su origen iba a ser un trabajo para la Dirección Xeral de Turismo. Según explicó ayer en Radio Voz, tras frustrarse aquella iniciativa, siguió documentándose con la intención de publicar el libro en el 2006, coincidiendo con el centenario de la inauguración del balneario, y tampoco fue factible. Pero como él dice, «nunca es tarde si la dicha es buena». Uno de los rasgos que más le ha llamado la atención de Casimiro Gómez es que era «un visionario y un adelantado a su tiempo» en operaciones de márketing. Cuando la publicidad casi ni existía realizó unas campañas asombrosas en prensa con las que consiguió hacer famosas sus Aguas Mineromedicinales Lérez y comercializarlas en medio mundo. Se convirtió en proveedor oficial de la Casa Real Española y se llegó a crear en Inglaterra The Lerez Natural Mineral Water Company, para distribuir allí la marca. Pero, además de las campañas publicitarias, consiguió que un elevado número de profesionales de la medicina y otros especialistas certificaran la calidad de las aguas del Lérez, a las que se atribuían propiedades curativas del aparato digestivo, intestinal y renal, además de actuar contra el reumatismo, la artritis, la anemia, la diabetes y otras enfermedades.
El balneario de Villa Buenos Aires, como se denominaba el complejo montado por Casimiro Gómez en Monte Porreiro, era lugar de visitantes ilustres en una época de esplendor de Pontevedra y de influencia política en el gobierno del Estado. Como recordó Pereira, los políticos pontevedreses con proyección estatal, como Montero Ríos, González Besada, Bugallal o Vicenti, veraneaban en Pontevedra de junio a septiembre y frecuentaban el balneario del Lérez, además de atraer a otros visitantes. Canalejas, la infanta Isabel de Borbón, el ex sultán de Marruecos, Muley Haffid, así como médicos, periodistas y escritores ingleses pasaron por Monte Porreiro.
El esplendor del balneario del Lérez duró desde 1906 hasta 1914, cuando comenzó la Primera Guerra Mundial. Xosé Manuel explica que esta contienda limitó mucho el tráfico marítimo y Casimiro Gómez vuelve a Argentina para convertirse en proveedor de las potencias que participan en la confrontación. Cuando regresa en 1919 el contexto aquí ya es otro. La eclosión de los balnearios gallegos había decaído y, aunque volvería a reactivarse en la década de los años veinte, empezaba la competencia de las playas frente al termalismo. Y Gómez acabaría abandonando su aventura termo-balnearia para convertir la finca y el complejo de Monte Porreiro en una granja experimental, coincidiendo con la llegada de Daniel de la Sota a la Diputación y con el empuje que le va a dar a la agricultura y a la ganadería.
Pereira aporta abundante documentación en su libro, en el que la prensa de la época ocupa un lugar destacado. Además, numerosas fotografías antiguas ilustran su trabajo, en concreto la colección de postales de Manuel Cendán Vilela que pertenecen a una serie que mandó hacer Casimiro Gómez al fotógrafo Pintos para publicitar el balneario. Otras de las imágenes proceden de la colección del Archivo de la Diputación. El presidente Rafael Louzán será el anfitrión en el acto de presentación del libro que tendrá lugar esta tarde.