La costa de Pontevedra es la zona de Galicia donde la Xunta abrió el mayor número de expedientes en el 2009
08 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La Axencia de Protección da Legalidade Urbanística, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, está tramitando expedientes de infracción muy graves en siete municipios de la provincia de Pontevedra. La mayor parte de estos casos se refiere a construcciones en zonas costeras o de protección paisajística y suelo rústico, donde la calificación urbanística limita mucho la tipología de las construcciones permitidas.
En la relación de expedientes, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras ha precisado que se han detectado casos en Bueu, Caldas de Reis, Cangas, O Grove, Pontevedra, Sanxenxo y Vilanova de Arousa. En todos estos casos se trató de expedientes tramitados al amparo del plan de inspección de este organismo autonómico del año 2009. En total se iniciaron en toda Galicia 46 expedientes sancionadores por obras presuntamente constitutivas de infracción urbanística, se finalizaron 44 y seguían en trámite otros 41.
Si la instrucción concluye que se las infracciones son muy graves, entonces la Xunta tramitará la correspondiente orden de derribo y sanción al promotor. Si este desobedece la orden, entonces el departamento autonómico actuará de oficio.
El año pasado, Bueu fue el municipio del norte de la provincia que registró un mayor número de demoliciones. Concretamente en noviembre se derribó una caseta en el espacio natural de cabo Udra. Se trataba de una vivienda unifamiliar sin autorización en suelo rústico de protección paisajística.
El caso especial de Ons
En ese mismo mes y por orden judicial tras sentencias firmes, la Xunta se vio obligada a desplazar a la isla de Ons maquinaria y obreros para poder derribar dos viviendas en Curro. Esta situación provocó una fuerte oposición vecinal, pero se llegó a un acuerdo entre Administración autonómica y propietarios y el derribo se llevó a cabo sin problemas el día fijado. La polémica vecinal también rodeó los derribos en A Guarda, impuestos también por sentencias.