Políticos y vecinos del litoral de Marín solo logran de Costas una reunión técnica en septiembre
PONTEVEDRA
Satisfacción, pero solo a medias. La comisión municipal y vecinal del Concello de Marín valoró ayer desde el aeropuerto de Barajas y mientras esperaba el avión de regreso la reunión mantenida con la directora general de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, Alicia Paz. La finalidad del encuentro era arrojar luz en el largo conflicto de los núcleos del litoral, sin olvidar el PXOM.
Los cinco políticos y los dos representantes vecinales pactaron que el alcalde, el socialista Francisco Veiga, haría de portavoz. Antes de esas valoraciones el Ministerio de Medio Ambiente difundió un comunicado donde, además de destacar el «clima de cordialidad» de la sesión, se afirma que se acordó convocar una reunión en septiembre entre técnicos de todas las Administraciones implicadas para «examinar la situación de la zona de servidumbre del litoral de Marín».
El regidor calificó de positiva la entrevista, aunque lamentó que tardara siete meses en producirse. «La directora general ha entendido la necesidad de mantener esa reunión con técnicos de las tres Administraciones implicadas en el proceso de deslinde y en el PXOM y someter allí cualquier duda», expuso. Veiga Soto adelantó que ese encuentro se producirá a principios de septiembre en Galicia y que a primeros de agosto se expondrá al público el nuevo deslinde.
En la nota, la directora general reiteró que en las casas situadas en zona de servidumbre «se permiten obras de reparación y mejora con la autorización previa de la comunidad autonóma. Estas obras, además, pueden definirse y regularse a través de ordenanzas municipales».
El alcalde descartó esta vía al mantener la prevista en el PXOM: Mogor, área urbana, y el resto -Aguete, Loira, A Teoira y Casás- área de núcleo rural. Molesto con esa afirmación del ministerio se mostró el portavoz de las plataformas, Enrique Méndez. «Ahora mismo las casas están fuera de ordenación por un error administrativo y esa afirmación no tiene sentido. Lo que se pretende es echar balones fuera y desactivar la movilización vecinal, algo que no va a ocurrir», remachó.