La Asociación Cultural Seixebra de Moraña trabaja en la investigación y recuperación de la vestimenta tradicional
07 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Desde su creación hace doce años la Asociación Cultural Seixebra de Moraña trabaja para dar a conocer una parte de la cultura popular gallega. Al margen de sus actuaciones en fiestas, intercambios y festivales folclóricos, uno de sus cometidos es la investigación y recuperación del traje tradicional.
Para difundir esta vestimenta popular el colectivo organiza jornadas didácticas. Este mes de noviembre se imparte un taller de pendientes al que asisten quince personas divididas en turnos de cinco al ser un trabajo «moi minucioso», según explicó ayer Ana Rosa Vidal. Tiene lugar los viernes y el objetivo de Seixebra es que los participantes «coñezan algúns dos complementos da vestimenta tradicional e de ensinar a aqueles que estean interesados a crear abalorios».
Otros seminarios ya desarrollados versaron sobre almidonado, pasamanería bordada y collares. El taller de almidonado contó con veinte alumnos y se impartió el pasado agosto en el local que la asociación tiene en O Buelo. Los asistentes aprendieron el proceso de almidonado de la enagua del traje tradicional femenino.
«Antigamente facíase con azúcar e auga, agora co almidón industrial é máis fácil -señaló Ana Rosa Vidal-. Hai que mollar a prenda, cada unha no seu recipiente, en auga con almidón durante cinco días, frotando e dándolle voltas no líquido para que a enagua ou o pano de ganchillo non se poña amarelo». Acabado este paso se cuelga sin que le dé el sol, dándole la vuelta. En tres días la prenda está seca. Lo que resta es quizá lo más complicado: el planchado para que las enaguas queden tiesas, usando un paño para evitar que el almidón se pegue a la plancha. «Como me dicían a min, a enagua ten que estar tesa como un cartón», apuntó.
Concluido el taller de pendientes, Seixebra se centrará en preparar los cantos de Reis. Con vistas al 2011, la asociación prevé organizar nuevas jornadas sobre bordados y collares, ya que quedó gente fuera, además de recurrir a la sabiduría de las abuelas para enseñar a los más pequeños a hacer roscas de Pascua: «Para nós é unha satisfacción, aínda que aportamos o noso tempo sen ningún tipo de lucro».