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Punto final para los barcos chatarra

Marcos Gago Otero
Marcos Gago MARÍN/LA VOZ.

PONTEVEDRA

La Autoridad Portuaria agiliza el proceso de subasta de los barcos rusos «Rustavi» y «Chernoyarsky», abandonados desde el 2006 y el 2007 respectivamente

18 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La historia del Chernoyarksy y del Rustavi, dos barcos rusos abandonados en el puerto de Marín desde hace años está a punto de acabar. La próxima vez que se reúna el consejo de administración de la Autoridad Portuaria se determinará su declaración de abandono para su posterior subasta. Cuando este trámite haya concluido, sus nuevos propietarios se los llevarán de los muelles en donde están atracados desde el 2006 y el 2007 respectivamente. El destino más probable para estos barcos será el desguace, ya que llevan tanto tiempo parados y sin mantenimiento que su regreso a la actividad comercial en el mar es más que dudoso.

El Chernoyarsky fue el primero de los dos buques rusos en llegar a Marín en noviembre del 2006. Coincidió en su desamparo con el Vladimir Sharanda, otro mercante eslavo que protagonizó un llamativo episodio de abandono por parte de su armador, que lo dejó en el puerto con sus tripulantes a bordo. En enero del año siguiente atracó en Marín el Rustavi, lo que obligó a la Autoridad Portuaria a atracarlos en línea, ya que su estado era tan deplorable que ni Capitanía Marítima los dejaba volver al mar mientras no se subsanasen sus deficiencias, aparte de los otros problemas judiciales añadidos.

La intervención del sindicato internacional del transporte, ITF, fue fundamental para que las tripulaciones de los tres buques eslavos pudiesen regresar a sus hogares y cobrar sus salarios adeudados.

Problemas de notificación

El Vladimir Sharanda, subastado a nuevos dueños, abandonó Marín, con destino a la India, donde se convirtió en chatarra, hace dos años. Los casos de los otros dos buques fueron distintos, enmarcados en complejos procedimientos judiciales y administrativos. El resultado fue que tanto el Chernoyarsky como el Rustavi siguieron atracados en el puerto, donde continuó su deterioro imparable.

Después de desatascar las causas judiciales y embargos pendientes sobre los dos buques, la Autoridad Portuaria inició el trámite de declaración de abandono, que se llevará a cabo en el consejo de administración.

Desde el Puerto precisaron que una de las razones que demoró tanto los avances en estos casos fue el trámite administrativo, que exigía la notificación de los titulares aparentes de los buques. Las casas armadoras se encuentran enclavadas en Rusia y el proceso notificador se retrasó al encontrar múltiples obstáculos.

Tras la declaración de abandono, se aprobarán las normas que regirán la subasta de ambos buques. En el supuesto de que estas pujas quedasen desiertas -hay varios precedentes en Marín-, se realizaría su adjudicación directa a una empresa, normalmente del sector del desguace.

Este último caso se constató con el Blenheim, cuya subasta no suscitó el interés de ningún pujador, por lo que el Puerto lo adjudicó después a una empresa catalana. Esta firma se lo llevará en cuestión de semanas.