El Teucro logra una sufrida victoria y sigue en la lucha por el ascenso
PONTEVEDRA CIUDAD
El Teucro logró una sufrida victoria sobre el Pozoblanco que le permite mantenerse en la lucha por la fase de ascenso pese a las dificultades económicas del club. Los locales salieron fríos y los andaluces se situaron rápido por delante con un tanteador de 1-3.
No obstante, el dominio foráneo tocó pronto a su fin. El tiempo que tardó el conjunto pontevedrés en ajustar las líneas y robar un par de balones (5-5).
A partir de ahí, el Teucro se hizo fuerte y abrió una pequeña brecha de dos goles que empezaba a despejar las dudas (10-8). La máxima diferencia se produjo a poco más de cinco minutos para el descanso (14-11). En ese momento, el equipo azul atacó para romper el partido, pero erró y el Pozoblanco regresó a la contienda (14-13). Al intermedio se llegó con 16-14.
En la reanudación, más de lo mismo. Los pupilos de Modesto Augusto perdonaron la escapada en dos ocasiones y el partido sufrió un inesperado vuelco con 23-20. Paco Castillo cambió de portero y puso bajo los palos a Zubiría.
El arquero, que llegó a ser internacional juvenil en su día, realizó cuatro paradas consecutivas y el Teucro se puso nervioso. La consecuencia fue un parcial de 0-4 que situó al Pozoblanco en franquicia (23-24).
Aitor y Benaches le dieron la vuelta a la tortilla (25-24), los cordobeses respondieron de igual forma (25-26) y Unanue, con dos tantos, provocó el tercer vuelco consecutivo (27-26). Quedaban cuatro minutos y ya no hubo más alternativas. Rafa Dasilva, Salgado y Toño sentenciaron y el Municipal explotó de júbilo.
A partir de ahí, el Teucro se hizo fuerte y abrió una pequeña brecha de dos goles que empezaba a despejar las dudas (10-8). La máxima diferencia se produjo a poco más de cinco minutos para el descanso (14-11). En ese momento, el equipo azul atacó para romper el partido, pero erró y el Pozoblanco regresó a la contienda (14-13). Al intermedio se llegó con 16-14.
En la reanudación, más de lo mismo. Los pupilos de Modesto Augusto perdonaron la escapada en dos ocasiones y el partido sufrió un inesperado vuelco con 23-20. Paco Castillo cambió de portero y puso bajo los palos a Zubiría.
El arquero, que llegó a ser internacional juvenil en su día, realizó cuatro paradas consecutivas y el Teucro se puso nervioso. La consecuencia fue un parcial de 0-4 que situó al Pozoblanco en franquicia (23-24).
Aitor y Benaches le dieron la vuelta a la tortilla (25-24), los cordobeses respondieron de igual forma (25-26) y Unanue, con dos tantos, provocó el tercer vuelco consecutivo (27-26). Quedaban cuatro minutos y ya no hubo más alternativas. Rafa Dasilva, Salgado y Toño sentenciaron y el Municipal explotó de júbilo.
En la reanudación, más de lo mismo. Los pupilos de Modesto Augusto perdonaron la escapada en dos ocasiones y el partido sufrió un inesperado vuelco con 23-20. Paco Castillo cambió de portero y puso bajo los palos a Zubiría.
El arquero, que llegó a ser internacional juvenil en su día, realizó cuatro paradas consecutivas y el Teucro se puso nervioso. La consecuencia fue un parcial de 0-4 que situó al Pozoblanco en franquicia (23-24).
Aitor y Benaches le dieron la vuelta a la tortilla (25-24), los cordobeses respondieron de igual forma (25-26) y Unanue, con dos tantos, provocó el tercer vuelco consecutivo (27-26). Quedaban cuatro minutos y ya no hubo más alternativas. Rafa Dasilva, Salgado y Toño sentenciaron y el Municipal explotó de júbilo.
El arquero, que llegó a ser internacional juvenil en su día, realizó cuatro paradas consecutivas y el Teucro se puso nervioso. La consecuencia fue un parcial de 0-4 que situó al Pozoblanco en franquicia (23-24).
Aitor y Benaches le dieron la vuelta a la tortilla (25-24), los cordobeses respondieron de igual forma (25-26) y Unanue, con dos tantos, provocó el tercer vuelco consecutivo (27-26). Quedaban cuatro minutos y ya no hubo más alternativas. Rafa Dasilva, Salgado y Toño sentenciaron y el Municipal explotó de júbilo.
Aitor y Benaches le dieron la vuelta a la tortilla (25-24), los cordobeses respondieron de igual forma (25-26) y Unanue, con dos tantos, provocó el tercer vuelco consecutivo (27-26). Quedaban cuatro minutos y ya no hubo más alternativas. Rafa Dasilva, Salgado y Toño sentenciaron y el Municipal explotó de júbilo.
Tanteo cada cinco minutos: 2-3; 5-5; 10-8; 11-10; 14-12; 16-14 (descanso); 18-16; 20-19; 23-24; 24-24; 26-26; 30-27 (final)
Árbitros: Amaya Barrera y Mónica García (País Vasco). Excluyeron a Dasilva y Aitor (2) por el Teucro y a los cordobeses Renaud, Vico y Muñoz (2).
Incidencias: Pobre entrada en el Pabellón Municipal. Unas 400 personas.
Martinovic, Unanue (2), Salgado (7), Balic (1), Toño (4), Rafa Dasilva (6), Dani Benaches (5) (siete inicial). Bozalongo (1), Aitor (2) y Carlos (2)
Ibán Barrero, Curro (1), Renaud (9), Paco Bustos (5), Nacho Serrano (1), Espigol (6) (siete inicial). Robert (1), Santi González, Escobedo, Nacho Vico (3), Escribano (1) y Zubiría.