El club volvió a prescindir de él tras un trabajo con una apuesta clara por la base
05 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Modesto Augusto acaba de revivir siete años después la frustrante experiencia de salir del Teucro por la puerta de atrás después de completar dos grandes temporadas. La directiva tomó esta semana la decisión de prescindir de sus servicios pese a quedarse a un solo peldaño del ascenso a Asobal, con una plantilla corta y un presupuesto ajustado para vivir sin sobresaltos en la División de Honor B.
Hay que recordar que la tercera plaza alcanzada este año, que permitió la participación del colectivo en la promoción de Huesca, no fue ninguna casualidad. Y es que la pasada temporada ya se había quedado a las puertas de meterlo entre los cinco primeros.
Se quedó fuera por el golaveraje particular con el Palma del Río, pero eso no habría ocurrido si los colegiados hubieran sido ecuánimes en sus decisiones en muchos de los encuentros de la fase regular, entre ellos los que perdió en Torrelavega y Pamplona.
No obstante, la decisión no sorprendió a algunas de las personas que conocen los entresijos internos del Teucro. Más bien era la crónica de una muerte anunciada. «Modesto Augusto está sentenciado haga lo que haga el equipo», comentó una de esas fuentes apenas unos días después de producirse el relevo en la cúpula de mando.
Apuesta del ex presidente
Otra apuntó que «la junta de Carlos García-Alén no le renovará porque él fue la apuesta personal de Pepe Barragáns (ex presidente) y se desharán de él en cuanto tengan la mínima oportunidad». Matizó que «en todo caso no seguirá el año que viene. El tiempo me dará la razón».
Estas declaraciones, reveladas ahora, corresponden a importantes representantes entonces del club, porque el Teucro estaba inmerso en la lucha por el ascenso directo a Asobal. Sin embargo, influyó sobre todo el hecho de que la plantilla, que no se encontraba al día en los pagos, podría sufrir un bajón de consideración con una injerencia extradeportiva de esa índole. El propio Modesto Augusto estaba convencido de que acababa de pasar de poseer la condición de entrenador del Teucro, «mientras Pepe Barragáns fuera presidente», a tener «los dos pies fuera del club».
Eso mismo le ocurrió el 19 de mayo del 2004 después de ser clave en la vuelta del club a la máxima categoría y codearse luego con los equipos más potentes de la mejor liga de balonmano del mundo.
Frustrado giro hacia la base
Evaristo Estévez optó por no renovarle el contrato, sin aportar argumentos de peso, pero dejando caer que no entraba en el nuevo proyecto del Teucro, destinado a un giro importante hacia la base, que nunca se llevó a cabo.
La pesadilla del entrenador cangués no puede ser más parecida a la de entonces. De hecho, la junta actual, que ahora comanda García-Alén, ha echado mano de los mismos argumentos para explicar el repentino adiós de Modesto Augusto.