El grabado prehistórico, descubierto por Antonio Costa, tiene cuatro mil años
11 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Una laxe de grandes dimensiones en el lugar de Pedrouzos, en la parroquia marinense de San Tomé, ha conservado durante siglos el único petroglifo con armas que se conoce en el municipio. Su descubrimiento, realizado este año por el fotógrafo Antonio Costa, fue casual. Costa, que tiene grandes conocimientos sobre la historia de O Morrazo, ya había visto esta piedra hace casi veinte años, pero entonces no le había prestado mucha atención porque, al estar cubierto de tierra, no parecía importante.
Este fotógrafo regresó recientemente por Pedrouzos para recabar una instantánea de lo que creía que era un pequeño grabado. En su lugar, encontró que la piedra estaba limpia de tierra y musgo. Para su sorpresa pudo percibir los borrosos trazados de espadas y puñales en la superficie rocosa.
«Es algo espectacular», sostuvo, al incidir la tipología de las armas permite datar su época de diseño con total precisión. El diseño de las espadas es muy característico de una época concreta de la historia gallega. El petroglifo, que bautizó como Pedra da Pereira por un peral silvestre que había en sus proximidad en 1990, tiene una antigüedad de cuatro mil años. A la belleza del diseño y la rareza del motivo de armas, cabe añadir el que una de sus espadas tiene unas dimensiones que la colocan entre los grabados de este tipo más grandes de Galicia.
Cerca del lugar donde se descubrió la roca, hay al menos un par de yacimientos arqueológicos de la misma época, aunque están sin excavar. Su acceso es difícil en la actualidad, ya que dependen de pistas forestales.
Costa mostró su preocupación por el estado del petroglifo, ya que sus surcos están muy gastados. Este fotógrafo y estudioso de la historia comarcal añadió que el tiempo ha tratado mal al grabado rupestre en las últimas décadas. Incidió en que el paso de agua por encima, entre otros factores, lo estaba erosionando en exceso, algo que pasa con muchos otros petroglifos en O Morrazo y reclamó una intervención decidida de Cultura.