Goles: 0-1, minuto 64: Nacho Franco. 1-1, minuto 92: Pablo Suárez a pase de Manu Barreiro.
Árbitro: Goyanes López (Galicia). Amarillas a los locales Bardal y Manu Barreiro y a los visitantes Bruno, Iago Paz y Juan Carlos Andrés.
Incidencias: Partido de la duodécima jornada de Tercera en el estadio de Pasarón. Unas 2.000 personas asistieron al partido.
Lorenzo; Suso, Bardal, P. Ruiz, P. Suárez; Gonzalo, Antonio (G. Misa, minuto 69), Richi, David Pérez (C. Campo, min. 69), Iago (Maikel, minuto 74) y Manu Barreiro.
Llobes; Marcos, Portas, Bruno, Cotilla; Rubén, Diz (Chema, minuto 94, Iago Paz, Tubo (Jaco, minuto 54); Benja (Óscar, minuto 76 y Nacho Franco.
El Pontevedra logró salvar ayer un punto in extremis en un partido en el que parecía tenerlo todo perdido y en el que Pablo Suárez fue el protagonista indiscutible. Suyo fue el error que propició el gol del Rápido, un fallo que enmendó cuando el respetable ya lo veía todo negro para cosechar el 1-1.
Los primeros compases del encuentro evidenciaron lo que habría de materializarse a lo largo de los noventa minutos. El Pontevedra se hizo con el balón y el control del juego, pero erró en la concreción. Durante muchos minutos de la primera mitad, el dominio fue suyo. Los granates jugaron con criterio, movieron la pelota con sentido, pero se mostraron faltos de mordiente en los últimos metros. Manu Barreiro e Iago, letales en otras jornadas, se mostraron poco acertados ante el guardameta rival. Barreiro, en el minuto cinco, y Antonio, nueve más tarde, dispusieron de las mejores ocasiones en el primer parcial y probaron fortuna en sendos disparos con similar suerte.
Enfrente, el Rápido se vio superado en la disputa por el esférico, pero cogió aire en contras peligrosas que inquietaron por momentos a la grada de Pasarón. Y dio aviso rápido de cuáles iban a ser sus intenciones. En el minuto dos, Lorenzo desbarató con un despeje un balón franco en la frontal que se disponía a aprovechar Benja. Tubo en el minuto 15 y Nacho Franco seis más tarde inquietaron al guardameta local, aunque la cosa no pasó a mayores.
La segunda parte arrancó con el mismo guión sobre el cesped. El Pontevedra se apoderó nuevamente de la pelota, pero se vio incapaz de acercarse con peligro a los tres palos que guardaba Llobes. En esos últimos metros, donde se definen los partidos, los granates echaron en falta una chispa de creatividad para decantar la balanza a su favor. Con todo, Iago tuvo en sus botas la llave del triunfo poco después de la reanudación en un balón despejado por el portero rival que había peleado Manu Barreiro. En ese lance, la pelota quedó a los pies del delantero, que a puerta vacía solo acertó a enviar el esférico al larguero.
Poco después llegó el mazazo. El Rápido, que no perdió la compostura en ningún momento sobre el tapete de Pasarón, depositó sus esperanzas en una contra, en un balón dividido, en un error de los locales. Y el fallo llegó en el minuto 64. Pablo Suárez se equivocó en la entrega de un balón que había recuperado en la línea de fondo y ahí estuvo listo Benja, que le arrebató el cuero para ponérselo atrás a Nacho Franco. Este, con todo a favor, envió el balón a palo cambiado, imposible para Lorenzo.
A partir de ese momento, el Pontevedra lo intentó todo. Entraron Misa, Campo y Maikel y el equipo trabajó a la desesperada. Y la cosa dio resultado. Pablo Suárez logró enmendar su fallo anterior en el 92 y fusiló a Llobes a pase de Manu Barreiro. Un punto que sabe a poco, pero un punto al fin y al cabo.