Ya están en Galicia. Se encuentran «muy cansados» y «agotados». Piden «una semana de tranquilidad» con sus familias.
30 abr 2008 . Actualizado a las 16:39 h.Según informa David Suárez desde el aeropuerto de Vigo, los ocho marineros gallegos del atunero Playa de Bakio ya están en Galicia. Un avión procedente de Madrid ha aterrizado en el aeródromo del sur de la comunidad alrededor de las once y veinte de esta mañana.
Sus familiares y allegados les recibieron en una sala vip del aeropuerto de Peinador. A su llegada, en el aeródromo vigués también se encontraban el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, y la conselleira de Pesca, Carmen Gallego.
Los marineros, que se encuentran «muy cansados y agotados», han dado las gracias por el apoyo recibido tanto a los medios como a las autoridades y han pedido que se respete su intimidad tras los duros momentos que pasaron durante su cautiverio a manos de piratas somalíes.
Rueda de prensa del contramaestre
Tras los momentos emotivos e íntimos del reencuentro con las familias, el contramaestre del barco, Ángel Fernández, de Baiona, hizo de portavoz de la tripulación y dio una rueda de prensa. Dijo que lo que había sentido al reencontrarse con sus familiares «no se puede describir con palabras» ya que en muchos momentos del cautiverio pensaron que no volverían a pisar tierra.
Tras reclamar de nuevo el respeto a la intimidad de los tripulantes y sus familias, pidió una semana de «tranquilidad». Según sus declaraciones, los peores momentos del secuestro fueron el ataque y la liberación. En ellos los piratas les obligaron a tirarse al suelo mientras los encañonaban y les amenazaban. Si se movían, estaban muertos. «Pensamos que no volveríamos a ver esta tierra», Galicia.
El resto del cautiverio fue más llevadero, aunque les provocó mucha angustia y «una presión muy fuerte». Los piratas no solían ir armados en el interior del barco y los marineros practicamente sólo salían del camarote para ir al comedor. La mayor parte del tiempo estuvieron recluidos en los camarotes. Al principio apenas les daban un minuto para ir al baño y los mantenían totalmente incomunicados.
El contramaestre sostiene que el barco no hizo nada para ponerse en peligro. Los sorprendieron cuando estaban cenando. El arsenal de los piratas consistía en ametralladoras rusas y lanzagranadas. Ellos no tuvieron opción de negociar nada con los secuestradores. Sus ordenes se acataban sin rechistar.
En ningún momento la tripulación vio la fragata. Tampoco saben si se pagó un rescate por su liberació. «Nosotros estabamos apresados, si no lo sabeis vosotros que vamos a saber nosotros», dijo Fernández. El contramaestre sí tiene claro que volverá al mar, aunque no sabe cuando. Necesitan un tiempo con su familia después de todo lo que han pasado pero su retirada no se producirá hasta que cumpla los 55 años.
Llegada a Torrejón
Los 13 tripulantes del atunero habían llegado esta mañana al aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz. Allí fueron recibidos por la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa.