Es la primera vez que un presidente del Gobierno en ejercicio declara ante un tribunal. Y, al hacerlo como testigo, Rajoy está obligado a comparecer sin abogado, a responder a todas las preguntas y a decir la verdad.
26 jul 2017 . Actualizado a las 12:10 h.Rajoy, sentado el estrado a la derecha del tribunal, ha respondido en especial a las preguntas del abogado de la Asociación de Abogados Demócratas de Europa (Adade), Mariano Benítez de Lugo, a cuya instancia ha sido citado como testigo en el juicio.
En su testifical ha recalcado que su responsabilidad era política, no económica, por lo que desconocía buena parte de las cuestiones que se están juzgando y sobre las que hoy le han preguntado.
También ha dicho que «jamás» tuvo conocimiento de financiación ilegal o de la «caja B» del partido, ha asegurado que no cobró sobresueldos y ha subrayado que, tras una reunión con el entonces tesorero del PP, Álvaro Lapuerta, él mismo decidió que se dejase de contratar con las empresas de Francisco Correa.
Asimismo, ha negado haber hecho nada a favor del extesorero Luis Bárcenas a pesar de los mensajes de texto que se enviaron. No tuvo quejas de su trabajo ni del de Álvaro Lapuerta mientras fueron tesoreros y nunca en 30 años se debatió en la ejecutiva del partido ningún asunto de presupuestas o cuentas, simplemente se aprobaban.
Rajoy sale de la sala tras haber declarado durante una hora y cincuenta minutos.
«Como he explicado antes con meridiana claridad el tesorero no me habló de ninguna trama... Ni de Majadahonda, ni Pocuelo, me habló de municipios de Madrid», ha llegado a decir Rajoy sobre su reunión con Álvaro Lapuerta.
El primer letrado le pregunta de nuevo por la carta que le envió a Rajoy Álvaro Pérez sobre impagos en actos de Galicia (deudas del PP gallego con la empresa). El líder del PP vuelve a negar tener ningún conocimiento sobre este asunto.
«¿Usted cobró del PP cuando era vicesecretario general?», pregunta la fiscal. «Jamás, sería ilegal», responde Rajoy.
Terminan las preguntas del abogado de la acusación, Pablo Nieto, después de que el tribunal no le permitiese preguntar por Orange Market. Empiezan a preguntar los fiscales.
Rajoy explica las controvertidas comunicaciones que mantuvo con el extesorero del PP, Luis Bárcenas. «Tengo la costumbre de responder a los mensajes».
El abogado de la acusación le pregunta entonces por el significado de «Hacemos lo que podemos». Rajoy vuelve a explicar que eso no significa nada.
El líder popular aclara que no ha vuelto a hablar con Bárcenas después del famoso sms «Luis, sé fuerte».
«¿Cuándo supo que le señor Bárcenas tenía cuentas en Suiza», pregunta el abogado de Pablo Nieto. «Cuando lo vi en los medios», responde Rajoy.
Rajoy responde a Pablo Nieto.
El letrado del PSPV, Virgilio Latorre, formula una pregunta sobre los papeles de Bárcenas que podría hacer incurrir a Rajoy en alguna contradicción. El presidente del tribunal lo frena.
Rajoy niega que se hubiese acordado compensar económicamente a aquellos miembros del PP que hubiesen reducido sus ingresos al entrar a formar parte del Gobierno. «En absoluto se tomó la decisión, ni ahora ni nunca», aclara Rajoy.
Preguntado por si tenía alguna enemistad con Bárcenas al aparecer en sus papeles, y al perjudicarle esta incorporación, Rajoy lo niega. «No tenía ningún tipo de enemistad con Bárcenas, que yo sepa».
El líder popular niega saber a qué se refieren las siglas «OC» que aparecen en los papeles de Bárcenas junto al Partido Popular de Galicia. «¿Se refiere a «organismos centrales»?, pregutna el letrado. Rajoy afirma desconocer todo.
Se le muestran a Rajoy dos documentos. Uno de ellos es un memorando que realiza el gestor de las cuentas en Suiza del extesorero del PP, Luis Bárcenas. En él se ve cómo justifica unos movimientos por las «disensiones en el PP». Preguntado Rajoy por estas disensiones y por las cuentas, Rajoy vuelve a negar «saber nada de ese asunto».
El letrado del PSPV, Virgilio Latorre, pregunta a Rajoy por si ¿tiene usted noticias si a determinadas empresas no se le daban adjudicaciones y que estas se quejaban porque eran muy generosas con el PP?. «No tengo conocimiento de eso», responde Rajoy.
El abogado del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV), Virgilio Latorre, muestra a la sala una carta de Álvaro Pérez sobre impagos en actos de Galicia (deudas del PP gallego con la empresa) y en la que se dirige a Rajoy con un tono familiar. Respuesta de Rajoy: «La carta no la he leído». El presidente le indica al letrado que «podría enseñarle decenas, decenas de personas que le tutean» en cartas dirigidas a él y eso no demuestra que le conozcan.
Resuelto el problema de sonido, continúa el interrogatorio a Rajoy. El presidente entra un minuto más tarde en la sala.
Por decisión de la sala, Rajoy no va a estar sentado durante su interrogatorio en el lugar en el que lo han hecho el resto de los testigos y acusados.
El tribunal interrumpe momentáneamente la declaración de Rajoy debido a un problema de sonido.
El abogado del Partido Socialista de la Comunidad Valenciana, Virgilio Latorre, arranca su interrogatorio preguntando a Rajoy por Correa y Pablo Crespo. «Mi relación con Crespo era política y nada estrecha» asegura Rajoy.
El abogado de Adade pide un careo entre Rajoy y el extesorero del PP, Luis Bárcenas. El presidente del tribunal lo niega.
El abogado Benítez de Lugo pregunta a Rajoy por el viaje que realizó con su familia en el 2004 a Canarias y por si fue el partido el que lo pagó. «Hasta donde yo sé, sí», responde.
«Esa es una respuesta un poco gallega», ha señalado el abogado de Adade. Rajoy, de nuevo irónico, añade: «Tiene que ser gallega, porque no puede ser riojana».
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy que «nunca» tuvo queja de Luis Bárcenas mientras fue tesorero del partido y ha admitido que en el 2010 mantuvo una reunión con él en su despacho cuando dejó el partido por que quería «despedirse» y le pareció algo «razonable».
Sobre esta reunión, ha explicado: «me pareció razonable porque llevaba 30 años en la casa, tenía cargo de senador y quería despedirse. Nos explicó que estaba en una situación difícil, que iba a defenderse y que iba a ocupar su tiempo con los abogados»
El letrado le ha preguntado primero si tuvo alguna queja con respecto al predecesor de Bárcenas en la Tesorería del PP, Álvaro Lapuerta, eximido de este juicio por motivos de salud, a lo que ha respondido: «nunca».
Acto seguido le ha hecho la misma pregunta en relación a Bárcenas, a lo que el presidente ha asegurado: «mientras fue tesorero nunca».
Preguntado por desde cuándo conocía al responsable de una de las empresas de la red en Valencia, Álvaro Pérez, «El Bigotes», Rajoy ha señalado que lo había visto «en algunos actos públicos», pero ha indicado que «sería incapaz de saber cuándo le ha conocido». «Saber cuándo es la fecha es imposible», ha añadido.
Rajoy, preguntado por si tenía conocimiento de donaciones de empresarios al PP: «Jamás, no sé si se ha confundido de testigo». El presidente del Gobierno se muestra así mordaz e irónico. «Impertinente», en palabras del abogado Benítez de Lugo.
La observación de Rajoy, que no se suele permitir a los testigos, ha provocado que el presidente del tribunal le recrimine el tono.
Se le pregunta a Rajoy por el final de la relación del PP con Francisco Correa. El líder popular aclara que «fue en una reunión a finales del 2004». «El tesorero del partido me dijo que algunos proveedores estaban usando el nombre del partido», añade. Después de pedir consejo, el tesorero sugirió a Rajoy «que dejáramos de trabajar con algunos proveedores».
Empiezan las preguntas sobre el encuentro de Bárcenas y Rajoy en su despacho en presencia de Javier Arenas. El presidente del Gobierno explica que le pareció una «reunión razonable». «Bárcenas quería despedirse», añade.
Rajoy asegura que los supuestos sobresueldos de la contabilildad b de Bárcenas son «absolutamente falsos». «Cobrábamos un sueldo de diputado y bastantes personas tenían un complemento que abonaba el partido y que se declaraba a Hacienda. Cuando dejamos el Gobierno dejamos de cobrarlo porque no se podía hacer», puntualiza el presidente del Gobierno.
Rajoy niega constantemente cualquier conocimiento de una caja B en el PP y subraya: «Mis responsabilidades son políticas, no de contabilidad».
En su declaración como testigo, y a preguntas de Mariano Benítez de Lugo, abogado de Adade, Rajoy recalca que «jamás» se ha encargado de la contabilidad y lo único que le importaba es que hubiera informes positivos por parte del Tribunal de Cuentas.
El abogado de Bárcenas interrumpe constantemente al abogado Benítez de Lugo. El presidente del tribunal intercede para que no se produzcan más interrupciones.
El abogado Benítez de Lugo pregunta a Rajoy si conocía «alguna financiación ilícita» en el PP. El presidente ha respondido con rotundidad: «Jamás».
La acusación hace una pregunta sobre los papeles de Bárcenas. El abogado del extesorero del PP, Joaquín Ruiz de Infante, protesta por que se permitan preguntas sobre la caja b del PP. El presidente del tribunal aclara entonces que permitirá las preguntas al entender que son colaterales a otras piezas del caso Gürtel. «Desde el momento en el que el tribunal considere que se exceden, no las permitirá», aclara, sin embargo, el presidente.
Rajoy continúa con su declaración. Asegura que no conocía la parte económica de las campañas electorales. Sostiene que, entre los años 1994 y 2000, se dedicaba al aspecto político. Hay una «separación nítida y clara» entre la parte política y la parte económica de la campaña, ha añadido.
Preguntan a Rajoy por el organigrama del PP de 1999 a 2005. «Primero estaba el presidente, después el secretario y tres vicesecretarios, pero ninguno ejercíamos en Génova», ha respondido el presidente.
Rajoy dice que entre 1996 y 2003 no desarrollo ninguna actividad en Génova excepto durante un mes y medio, en la organización de las elecciones.
Toma primero la palabra el abogado de la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade), Mariano Benítez de Lugo, que protesta por dar a Rajoy una posición en la sala que solo deben ocupar magistrados, fiscales, abogados y secretario judicial. El abogado de la acusación recuerda que Rajoy acude como ciudadano.
De los 37 acusados en el proceso, solo uno asiste al juicio: Guillermo Ortega, el exalcalde de Majadahonda.
Lo excepcional de que por primera vez un presidente del Gobierno en ejercicio tenga que declarar en un juicio se constata en hechos como el de que Rajoy no vaya a estar sentado durante su interrogatorio en el lugar en el que lo han hecho el resto de los testigos y acusados, situado en un nivel más bajo que el de los jueces y abogados, sino en un estrado a la misma altura que los magistrados. De hecho, ya hay preparada una mesa en la sala, a la derecha del tribunal.
Rajoy ha llegado a la Audiencia en su coche oficial.
En los últimos minutos se ha conocido que el extesorero del PP, Luis Bárcenas, extesorero del PP, quien inicialmente sí iba a asistir a la sesión, finalmente ha cambiado de opinión. No se producirá por tanto el esperado cara a cara entre ambos.
A pesar de todos los medios que lo esperaban en la puerta principal de la Audiencia Nacional, finalmente Rajoy ha entrado a las 09.47 horas a la sede judicial en coche y directo al garaje. El presidente del Gobierno evita así el paseo inicial delante de todos los fotógrafos desplazados.
El perímetro de seguridad montado por los agentes mantiene alejados al medio centenar de manifestantes que ha acudido a la sede de la Audiencia Nacional a protestar contra el presidente del Gobierno con pancartas de «Mariano, sé fuerte».
La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha subrayado hoy la «extrema gravedad» de la declaración de Mariano Rajoy ante la Audiencia Nacional y le ha exigido que «diga toda la verdad» y «no vuelva a mentir» como, según ha dicho, hizo sobre las irregularidades del extesorero del PP Luis Bárcenas.
La secretaria de Acción Institucional de Podemos, Gloria Elizo, ha dicho hoy que, por compromiso, convicción y responsabilidad, Mariano Rajoy debería comportarse en la Audiencia Nacional de acuerdo a su cargo institucional de presidente del Gobierno y no como «un cómplice más de una banda de malhechores».
La declaración de Rajoy ha levantado una gran expectación política y mediática. También, un gran despliegue policial, establecido desde primera hora de la mañana en el entorno de la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid). Ante la cita judicial, los agentes mantienen un perímetro de seguridad sin precedentes, de alrededor de 500 metros, con hasta tres controles de seguridad, si bien los periodistas solo tienen que pasar uno.
La Policía está revisando bolsos y material de trabajo como ordenadores y cámaras a los periodistas acreditados, que han llegado antes que los acusados. Decenas de policías vigilan toda la zona, incluso desde los tejados.
El extesorero del PP es uno de los pocos acusados del caso Gürtel que tiene previsto asistir a la sesión de hoy, que hace la número 101 del juicio.
Los principales responsables de las empresas de la Gürtel -Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez- no tienen, por el contrario, intención de asistir. Los acusados tienen autorización del tribunal para no asistir a las sesiones cuando los testigos no han sido propuestos por sus abogados, como es el caso de Mariano Rajoy, cuya presencia ha sido reclamada por una acusación popular.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha restado importancia a la declaración de Rajoy y ha insistido en que el líder del PP «tiene poco que aportar a la causa». En este sentido, ha acusado a «algunos» partidos políticos de intentar «desviar el tiro» generando «expectación mediática» ante la declaración de este miércoles.
En una entrevista en RNE, Casado ha incidido en que Rajoy «no tiene nada que ocultar y quiere que este asunto se resuelva cuanto antes».
En atención a su rango institucional, declarará «en estrados», es decir, colocado al mismo nivel que el tribunal, y por «cortesía institucional», y a la declaración asistirá el nuevo fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón.
El fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, asiste a la declaración testifical del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el juicio del caso Gürtel por «cortesía institucional», pero serán las fiscales del caso quienes pregunten si lo consideran oportuno.
Mariano Rajoy afronta este miércoles su momento más amargo y comprometido desde que accedió a la presidencia del Gobierno. El líder popular está citado a declarar como testigo en el primero de los juicios por el caso Gürtel, que investiga una presunta trama de corrupción. Será la primera vez que un presidente en ejercicio comparezca, aunque sea en calidad de testigo, ante un tribunal, un hecho que ha provocado una gran expectación política y mediática.
Aunque tratará de no caer en un repetitivo «no me consta» o «no lo recuerdo», en el PP aseguran que Rajoy no aportará novedad alguna y tratará de revertir la situación explicando que fue precisamente él quien ordenó que su partido dejara de hacer contratos con las empresas de Francisco Correa, cabecilla de la trama corrupta, y que en la época que se investiga su papel en el partido era político y no tenía ni ninguna competencia sobre las finanzas.