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La Iglesia cambiará el proceso para obtener el certificado de peregrino

M. Cheda

SANTIAGO

La modificación entrará en vigor el 1 de enero del 2009 y busca evitar «graves distorsiones del fin» de la romería

17 ago 2007 . Actualizado a las 02:49 h.

santiago | La Iglesia ha decidido modificar parcialmente las normas que regulan la expedición de las denominadas compostelas. El cambio, cuya aplicación va a dejar sin ese diploma a quienes no recorran el Camino acompañados de documentación oficial del Arzobispado de Santiago, no entrará en vigor de manera inmediata. En principio, regirá a partir del 1 de enero del 2009, de acuerdo con el delegado diocesano en materia de peregrinaciones, Jenaro Cebrián. «Hay que dar un plazo de adaptación a la gente», explica.

La compostela distingue a personas que, «con sentido cristiano, aunque sólo sea en actitud de búsqueda», alcanzan el sepulcro del Apóstol habiendo cubierto, como mínimo, los últimos cien kilómetros de la ruta jacobea a pie o bien sobre un caballo y también a aquellas que han completado en bicicleta, como poco, los postreros 200. Los aspirantes a recibirla demuestran cumplir los requisitos enseñando una especie de pasaporte de viaje donde van reuniendo sellos de parroquias y albergues situados a lo largo del Camino. Ese álbum de cuños recibe el nombre de credencial y en la actualidad circulan «más de 40 o 50 modelos diferentes», según Cebrián. Dentro de 17 meses, la Iglesia sólo aceptará uno de ellos: el que edita la Catedral.

«Ahora -arguye la misma fuente- existe gran dispersión de credenciales y en la oficina de atención al peregrino estamos validándolas todas, obrando con una cierta flexibilidad que sólo genera inconvenientes y malentendidos». Abunda: «Hay organizaciones que, como si fueran juguetes, se dedican a venderlas. Y algunas de las que hemos visto ni siquiera especifican cuáles son las condiciones para obtener la compostela. [...] Todo eso provoca que nos la reclamen, hasta montando follones, ciertas personas que han hecho el camino como meros senderistas o turistas de bajo coste, lo cual constituye una distorsión grave de su fin, u otras que, por desconocimiento, distribuyen los cien kilómetros en tramos discontinuos por Galicia, Castilla...».

Aunque todavía resta casi un año y medio para que comience a aplicarse esta medida, Cebrián ya ha enviado circulares informativas a todas las diócesis relacionadas con la ruta y los colectivos civiles integrados en la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino.