El Consorcio gasta 3,3 millones en un sistema de información patrimonial para la zona vieja
SANTIAGO
El Consorcio se dotará de un sistema de información patrimonial pionero que le permitirá integrar todos los datos disponibles del casco histórico, tanto urbanísticos como estadísticos ahora dispersos entre distintos servicios y organismos, para facilitar la gestión de las políticas e intervenciones en la ciudad histórica. La base de este sistema consiste en la elaboración de un software específico que está elaborando el Instituto Geográfico Nacional por encargo del organismo compostelano y que podría exportarse en el futuro a otras ciudades, «pois en Europa non existe outra ferramenta destas características», según coincidieron en señalar tanto el alcalde y presidente del Consorcio, Xosé Sánchez Bugallo, como el gerente de la entidad, Xosé Manuel Villanueva, en la presentación ayer de esta iniciativa.
El programa está todavía en su fase incipiente, aunque los residentes del casco viejo sabrán personalmente de él por las inspecciones técnicas que se realizará en breve en todo el ámbito del Plan Especial de Rehabilitación para la toma de datos relativos a las 2.600 edificaciones del casco viejo. Se trata de actualizar los datos del estudio realizado para la elaboración de dicho plan a principios de la década de los noventa y conocer el estado actual de todas las viviendas.
Trabajo de campo
Los nuevos datos se aportarán al sistema de información patrimonial del que se quiere dotar el Consorcio. El organismo ya está enviando las cartas correspondientes a los residentes en la ciudad histórica y el alcalde espera que haya una colaboración total. Afirma que el objetivo «non é perseguir nada», al ser preguntado sobre posibles recelos a facilitar ese trabajo por parte de quienes hayan podido realizar alguna intervención no amparada por el Plan Especial. «Eu son optimista, e creo que vai saír unha radiografía positiva da evolución do casco histórico, pero tamén é posible que descubramos algún lunar, pero iso nos indicará tamén onde haberá que priorizar actuacións no futuro».
Bugallo dice que la experiencia cuando se elaboró el Plan Especial ha demostrado que la gente colabora, aunque también apuntó que «se non hai esa colaboración en algún caso, se verá que medidas podemos adoptar».
Esta fase de reconocimiento se ha adjudicado recientemente a la firma Oficina de Planeamiento por 331.000 euros, el 10% del coste global del proyecto. Porque el programa supondrá en total la inversión de 3,3 millones de euros, que el Consorcio afrontará en tres anualidades (del 2008 al 2010). «Trátase dun investimento importante e esperemos que dea os froitos esperados», afirma Villanueva, en cuanto a posibilitar una gestión más eficiente del casco histórico y que las intervenciones se puedan agilizar desde el punto de vista de su elaboración. Este sistema pondrá a disposición del Consorcio, así como de otros usuarios y de la población en general en algunos aspectos «unha poderosa ferramenta para ir mellorando a información sobre a historia da cidade, un tema de especial relevancia tamén» en localidades como Santiago. Porque el sistema permitirá integrar toda la información histórica de la ciudad, tanto gráfica como documental, hasta el punto de que se podrá conocer cómo era esta o sus monumentos en cualquier época que esté documentada e incorporada al programa.
En tres dimensiones
Eso será a través de la aplicación de reconstrucciones en tres dimensiones que permitirá este sistema y que el Consorcio incorporará con la posibilidad también de realizar recorridos virtuales por la ciudad y por alguno de sus monumentos más destacados. Tanto estas recreaciones como la información que no sea privativa se podrán consultar a través de un portal de Internet. Pero esta fase no estará hasta el 2010. El programa tendrá tres años de desarrollo. Durante el actual ejercicio se creará el sistema de información patrimonial sobre la ciudad, con la carga de toda la documentación posterior al 2000. Para el 2009 quedará otra parte, compleja, como la incorporación de la información histórica anterior al 2000, así como del interior de los monumentos y hacer accesible esa información a través de Internet. La última fase será la de la simulación de la ciudad en tres dimensiones.