Los colectivos de la ciudad ven urgente la construcción del túnel del Hórreo, aunque algunos aceptan la obra con reservas o resaltan que llega tarde. Lo que no le agrada a nadie es el tiempo prolongado que se va a invertir en la ejecución del paso. La palabra «barbaridad» ha sido la más repetida.
El presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono del Tambre y zona norte, Jesús ?Chenel, puso de relieve la importancia de la obra «dende hai máis de vinte anos» para descongestionar el tráfico. Pero los más de cuarenta meses de ejecución le parecen una «auténtica aberración». Además «se se fala de catro anos, serán cinco». La lógica le induce a pensar que no debería excederse el plazo de 16 meses porque «non é un tren de alta velocidade». Coincide con el alcalde en su decisión de no aceptar ese período y considera que lo razonable es que el túnel esté para finales del 2009. Para el mundo empresarial la obra es «urxente» y «unha prioridade». La semana próxima, la directiva empresarial estudiará este asunto con el objetivo de adoptar alguna resolución.
Los taxistas piensan que la solución del paso subterráneo es ya extemporánea. «Antes podía facerse, e de feito o BNG presentou unha proposta, pero non se lle fixo caso. Agora chega tarde», dice el presidente de la Asociación Compostelana de Autotaxis, Jesús Pena. A su juicio, lo que hay que hacer ahora es quitar los taxis de la avenida de Lugo y desplazar la circunvalación más a la periferia. El vial Sar-Pontepedriña, por otra parte, «é moi limitado» y las retenciones van a seguir produciéndose porque el tráfico actual «multiplicarase por tres». «O erro foi ter feito o Periférico terminando na avenida de Lugo, porque o fluxo de vehículos vai máis alá de Pontepedriña», dice Pena, quien considera que el túnel de Galuresa «é unha obra de moito diñeiro, pero mal enfocada».
El plazo de la actuación es, a su entender, excesivo. «Imos estar aí cinco anos, que non sei que vai pasar. Xa hai bastante atasco que non damos avanzado, e coas obras o problema agravarase. O noso servizo non está subvencionado», dice Pena.
La potente industria hostelera apuesta con firmeza por el paso subterráneo de Galuresa. Su presidente, Jesús Sordo, cree que es vital para la ciudad esa actuación. Está convencido, por lo demás, que la duración de las obras va a ser mucho menor de la contemplada por Fomento: «Non van durar catro anos. Unha vez que se poñan vaise facer axiña, porque cando empecen a xurdir os atascos e outros problemas iso vaise acelerar con seguridade». En todo caso, el presidente de Hostelería subraya que «canto máis axiña se faga a obra, mellor, pero o importante é que se faga».
Lo que tiene claro Sordo es que las obras «non gustan nin na casa de un, pero hai que facelas». Más aún, piensa que el proyecto ya se debió acometer mucho antes. Su propia experiencia le dicta su urgencia: «Veño a diario dos Tilos e sei o que é iso. Espero como auga de maio que se fagan esas obras».
Otras prioridades
El colectivo vecinal no ve clara la actualidad de la intervención. Sus representantes piensan que es una obra importante, que no se acometió hace seis años porque no coincidían los colores políticos de Madrid y Santiago, pero el transcurso del tiempo ha ido creando otras prioridades en materia de tráfico. A juicio de Xosé Martínez, integrante del Consello de Relacións Veciñais, hay zonas como el nudo de O Castiñeiriño que claman por un proyecto inmediato. La salida de la autopista y la desembocadura del vial de Teo, entre otros factores, convierten a este acceso en conflictivo y urgente. Reclama asimismo que, dada la saturación del vial Sar-Pontepedriña, se construya ahí un tercer carril antes de obrar en Galuresa. La situación complicada en la rotonda de Pontepedriña se agravará con la limitación del vial Sar-Pontepedriña. Tacha de «barbaridade» la duración de las obras.
El comercio quiere el túnel sin tardanza. Pero lo quiere en menos tiempo del contemplado por Madrid. «É dende hai anos unha necesidade perentoria para o desenvolvemento da cidade que incumpriu o anterior Goberno central e hai que acometela xa. Nos tempos que vivimos non ten sentido que esa obra non se fixera antes», dice el presidente de Acotes, José Oreiro,quien ve el plazo «unha auténtica barbaridade» y aduce que el túnel del Guadarrama se hizo antes.