Los tráileres con rumbo al recinto pasarán por la estrecha y ya saturada carretera entre Vista Alegre y Santa Comba
16 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Si finalmente se construye, el macrovertedero autorizado por la Xunta en Miramontes (parroquia de Grixoa) agravará el problema de circulación en los accesos de la ciudad, al generar un flujo de miles de vehículos cargados de residuos no peligrosos. El lugar donde se proyecta dicha instalación dista 6,7 kilómetros de la Catedral en línea recta. Desde el centro urbano, allí se llega a través de la AC-404, la estrecha y ya saturada carretera que une el barrio de Vista Alegre con Val do Dubra y Santa Comba, entre otros concellos del entorno.
La Consellería de Medio Ambiente estima la vida útil del complejo en hasta dos décadas. Además, cifra en 80.000 las toneladas de restos que, anualmente, serán trasladadas a la zona para su tratamiento y posterior depósito controlado. El movimiento de todo ese volumen de basura requeriría, por cada ejercicio transcurrido, el flete de al menos 5.000 camiones de gran porte, de esos como los que, de acuerdo con el Ministerio de Fomento, se van a emplear para evacuar tierra de la rúa do Hórreo durante la ejecución del túnel de Galuresa.
Al promotor de la iniciativa, la coruñesa firma Eyrega, no parecen escapársele las posibles incidencias negativas sobre la red viaria derivadas de la puesta en marcha del recinto. De hecho, en la memoria que presentó ante la Administración autonómica, promete: «Planificaranse as rotas de recollida e transporte dos materiais que sexan admitidos [...] para evitar retencións no tráfico». «Co fin de evitar o deterioro do firme das calzadas -agrega- a maquinaria de cadeas [para o funcionamento do vertedoiro] será levada en camións ata a obra». «Farase de xeito que entorpeza o mínimo a circulación», concluye.
Los residuos desviados a Miramontes, según la declaración de impacto ambiental favorable al proyecto, procederán de cualquier parte de la comunidad autónoma. Y también incluso del resto de España, si bien en esos casos la Xunta habrá de ser advertida con una antelación mínima de dos semanas de cada operación programada.
Tapados con una lona
Al margen de las probables consecuencias en el campo de las comunicaciones por carretera en el entorno de Compostela, el informe de Eyrega no deja de aludir a la potencial contaminación provocada por el tránsito de los tráileres con desechos. La despacha asegurando: «Durante as épocas secas, regaranse as pistas e cubriranse os camións cunha lona, para reducir a emisión de po á atmósfera». En circunstancias especiales, además, sus ruedas y bajos se lavarán a la salida del complejo.
En relación con estas medidas precautorias y con el ánimo de impedir «a dispersión de produtos», la compañía «supervisará» periódicamente las pilas de áridos almacenadas para su deposición en el agujero.