Dormir en lugares separados, riesgo de sordera para la pareja, y alegación en caso de divorcio
SANTIAGO
«El paciente candidato a acudir a consulta es un roncópata de larga evolución, no obeso, u obeso que no es capaz de bajar peso; y cuando el ronquido tiene una intensidad elevada, que condiciona el sueño de la pareja o obliga incluso a pernoctar en habitaciones diferentes, una situación más frecuente de lo que pensamos», indica Mario Fernández. En ocasiones, los otorrinolaringólogos desvían los pacientes a otros especialistas, depende de la causa, agrega.
-¿Hay alguna medida para saber cuándo es preocupante el ruido del roncar?
-No podemos hablar de decibelios. La repercusión social del ronquido es lo que trae los pacientes a la consulta, no el ronquido en si. Roncar no tiene por qué ser malo, lo que es malo es molestar.
-¿Hasta dónde pueden llegar los efectos del ronquido?
-Hay trabajos sobre intensidades excesivas que lo relacionan con sorderas en la parejas. Esas pérdidas de audición se explican por el trauma acústico crónico de un ronquido excesivamente alto durante 8 horas de sueño. También se ha demostrado que puede evitar un sueño reparador y explicar muchas situaciones de cansancio, de fatiga, de tensiones arteriales mal controladas debido a la falta de descanso nocturno. En ocasiones incluso es una alegación en casos de divorcio: en Estados Unidos en aproximadamente la mitad de los divorcios se usa como argumento.
-¿Hay diferencias entre sexos?
-De cada 5 pacientes que veo en La Rosaleda, uno es mujer. Cada vez vienen más mujeres. Debe consultarse quien perciba su ronquido como algo patológico, para valorar si hay alguna causa que deba controlarse.