La reorganización del área económica municipal no se quedó en el reciente relevo del entonces concejal de Facenda, Andrés Fariña, por su compañera de gobierno Rosa Fernández Somoza, sino que ha llegado a la escala más alta a nivel administrativo. El alcalde ha cesado a la interventora municipal, Ana González Verdejo, con fama en Raxoi de estricta y minuciosa en el ejercicio de sus funciones, lo que ha dificultado al gobierno el desarrollo de su acción política al ritmo deseado, según venían apuntando algunas fuentes.
Su llegada al cargo hace dos años coincidió con la de Fariña, sin experiencia en la gestión municipal, así como con la elaboración de los primeros presupuestos del mandato, los del 2008, que no entraron en vigor hasta agosto, pese a que en esta ocasión socialistas y nacionalistas habían cerrado un acuerdo en un plazo más prudencial que en otras ocasiones. Ahí surgieron los primeros problemas. Fariña dejó esa delegación en mayo, por decisión del alcalde, pero no se iría solo. Ya entonces Bugallo anunciaba que habría más cambios en el área. Y ahora le ha tocado a González, a quien sustituirá provisionalmente Inmaculada Viña Carregal, de la misma escala funcionarial en el cuerpo de habilitación nacional y quien acaba de reincorporarse al Concello tras cesar como secretaria xeral de Patrimonio de la Consellería de Economía en el bipartito.
El alcalde ha evitado entrar en explicaciones más allá de apuntar que González es «unha gran profesional», como Viñas, y que el relevo se produce al amparo de sus competencias. Afirma Bugallo que el Ayuntamiento dispone ahora mismo de dos interventoras habilitadas nacionales y de una sola plaza, que la competencia de la organización del trabajo es de la alcaldía y que pretende ejercerla en función de cómo considere que las personas pueden ser más eficaces para el conjunto de la organización. Pero en el caso de esta área la reestructuración no se ha completado todavía. Está pendiente una redefinición de funciones.
La actual interventora ocupaba el cargo por libre designación, como lo hará quien la sustituya de forma definitiva, pues Viña Carregal lo hará de forma provisional hasta que se convoque el nuevo concurso, al que podrá optar. Mientras, Ana González ocupa ya la vicetesorería -en la que asumirá un papel importante en materia de tributos-, cargo que desempeñaba Viña hasta su marcha a la Xunta, de la que volvió a Raxoi incorporándose como viceinterventora.
El relevo fue cuestionado por Conde Roa, quien valoró como «impecable, hasta donde conocemos», la labor de González y lamentó que se sustituya por una persona de «perfil político», dijo sobre su paso por la Xunta. Se preguntó «qué es lo que se pretende hacer», porque «hay algo que se pretende controlar», y «por qué se quiere echar el cerrojo sobre la vida económica».