Padrón continúa con su política de rehabilitación del casco histórico y lo hace sin temblarle la mano al responsable del área correspondiente. De este modo, el Concello acaba de abrir expedientes a los propietarios de varios edificios en ruinas de la villa por no atender los requerimientos en materia de rehabilitación hechos desde la oficina de recuperación del casco histórico, tal y como confirmó su titular, Eloy Rodríguez Carbia.
Los expedientes se refieren a inmuebles situados en la Avenida de Compostela (dos); otros dos en la calle Rosalía de Castro; uno en la Rúa Longa; otro par en Rodríguez Cobián y dos más en Balsa de la Vega. En todos los casos, el estado del edificio no solo supone una mala imagen para la villa sino también un peligro dada la situación de ruina que presentan.
Por otra parte, el Concello padronés también acaba de remitir una carta personal a cada uno de los 18 propietarios de inmuebles que solicitaron ayudas para su rehabilitación dentro de la segunda fase. En dicha notificación, se les pide que pasen por la Oficina de Rehabilitación ubicada en la plaza Rodríguez Cobián para que corroboren los datos bancarios facilitados en el momento de tramitar las subvenciones. Una vez hecho, los titulares cobrarán las ayudas que tienen concedidas, por un importe total de 50.499,21 euros.
De acuerdo con los datos aportados por Eloy Rodríguez, las actuaciones ejecutadas en la segunda fase de rehabilitación tuvieron un presupuesto de 79.248,94 euros. De ellos, el Ministerio de Vivienda aportó un total de 28.489,31 euros mientras que el departamento de Vivenda de la Xunta dio 22.009,90 euros. El resto de la inversión salió del bolsillo de los titulares de los inmuebles.
Entretanto, la cuarta fase rehabilitación está ya finalizada. Desde la llegada de los grupos de PSOE y CIPa al gobierno local, hace algo más de dos años, un total de 38 edificios del casco histórico de Padrón están rehabilitados al tiempo que hay varios más en trámites para ello, dentro de la tercera y cuarta fase. La intención del Concello es cambiar la imagen de la zona antigua de la capital del Sar, en la que llegó a haber más de 70 edificios en ruina y que, en casos como uno de la Rúa Longa, llegan a ser un peligro para los peatones al desprenderse a la vía pública partes del inmueble.