Es un referente en oferta de turismo rural por el esfuerzo de sus promotores, que verán recompensado su empeño en optimizar la calidad del servicio que ofrecen en sus establecimientos a través de un canal de promoción externo. La red de hospederías rústicas de Arzúa ha llamado la atención de una agencia mayorista de viajes, que impulsará la creación de un bono turístico para pernoctar en las casas rurales del municipio. «Será la primera vez que Arzúa se venda como destino no solo vinculado al Camino de Santiago», explica Eduardo Brandariz, presidente de Turarzúa, la asociación en la que están integrados los diecinueve hosteleros que en el municipio regentan establecimientos de turismo rural.
La iniciativa se materializará en la comercialización en agencias de viajes de todo el territorio estatal de un producto que, bajo el nombre de bonos de lecer, ofrecerá estancias en casas rurales de Arzúa y de las comarca de Ferrol y Ortegal. «El objetivo es vender al turista de manera conjunta la costa y el interior más puro de Galicia», avanza Brandariz, que confía en que el paquete se sitúe en el mercado a principios del próximo año. Hasta entonces, restan por celebrar una serie de reuniones tanto entre los hosteleros que integran Turarzúa como entre el colectivo y la agencia mayorista de viajes que creará el producto y lo distribuirá para su comercialización entre los negocios minoristas del sector.
Presentar un cuadro unificado de tarifas para la promoción es uno de los asuntos pendientes que tendrán que resolver los hosteleros arzuanos, entre los que la iniciativa ha tenido una «gran aceptación», afirma el presidente de Turarzúa, que admite, no obstante, que no todas las casas rurales integradas en la asociación ofrecerán sus servicios a través del bono. El vale turístico, del que todavía no ha trascendido el precio que tendrá en el mercado, será canjeable por dos noches en casas rurales de Arzúa, y, como extra, dará derecho al cliente a una cena, a una visita a un lugar de interés turístico del municipio aún sin concretar, y a participar en una actividad de ocio dentro de la particular oferta complementaria de la que dispone cada establecimiento.
El presidente de la asociación de casas rurales del municipio arzuano ha detallado otras peculiaridades del futuro producto de promoción turística como que se comercializará «bajo una atractiva presentación con la que se quiere llegar al consumidor para incentivar su adquisición como obsequio y regalo a terceros», explica Eduardo Brandariz. Para ello, está en estudio, según añade, que el bono pueda comercializarse en más establecimientos que en agencias de viajes, a las que estará enfocada la venta principal, «sobre todo a las de fuera de la propia comunidad gallega», avanza Brandariz. Esa estrategia comercial encuentra su lógica en la imagen que el turista foráneo tiene de Galicia, que, en efecto, sí dispone en el interior y en la costa norte de potencialidades y recursos por rentabilizar desde el sector.