El plan director de la Catedral recibió ayer el visto bueno de la Comisión Asesora del Casco Histórico tras varios años de elaboración por encargo del Cabildo catedralicio. El documento carece, sin embargo, de aprobación inicial todavía, un trámite que tendrá que resolver la Xunta de Goberno Local, para su exposición posterior al público. Pero el visto bueno de la comisión asesora para las intervenciones en el casco histórico es el primer paso para iniciar el camino de la validación administrativa.
El plan director, que recoge sendas memorias descriptiva e histórica del templo, así como un análisis de su estado de conservación, será el marco de referencia para cualquier intervención que se vaya a desarrollar en el futuro en la basílica, en base a los planes de actuación planteados y la ordenación de usos de cada estancia. Su aprobación ayer por el organismo asesor del Ayuntamiento se hizo, sin embargo, con una consideración. Que se garantice la disposición de dependencias en la planta baja para baños, un servicio que el documento recogía pero en otra planta. Sin embargo, siempre que sea posible, esa estancia debe contemplarse en la baja, aunque en el caso de que no fuese posible esa barrera se podría salvar con un elevador.
El documento recoge fichas sobre los distintos elementos de la basílica, el estado en que se encuentran y recoge un plan de intervenciones en el que prioriza las actuaciones que serían precisas para garantizar su adecuada conservación, además de valorarlas económicamente, aunque no marca plazos de intervención. Las actuaciones más primordiales se cifran en algo más de siete millones de euros, mientras que las secundarias, entre las que estarían la atención a las torres y a los templos de la basílica, alcanzarían los 8.350.000 euros. Las consideradas actuaciones de remate (retablos y bienes muebles) se calculan en poco más de cinco millones, mientras que el coste del mantenimiento anual de la catedral se cifra en 810.000 euros. Pese a que el plan de intervenciones sobrepasa los 20,5 millones, la concejala de Casco Histórico, la nacionalista Olga Pedreira, entiende que el estado de conservación «é razoable, dentro do que cabe», aunque «hai algúns puntos que é necesario reparar». En cuanto a los usos de las distintas estancias, el plan introduce alguna modificación, aunque «recolle basicamente os que xa están».
La comisión asesora dio también su plácet al nuevo proyecto de alumbrado del claustro catedralicio, que suprimirá el cableado que recorre la parte superior del friso perimetral. Las actuales luminarias se sustituirán, además, por otras tipo led. El cambio definitivo, no obstante, quedará condicionado a una prueba que tanto los técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta como los del Ayuntamiento habrán de considerar satisfactoria.
Igualmente se autorizó, aunque no sin que antes lo apruebe la administración local, el proyecto para volver al revocado original de la fachada del edificio de Mazarelos que alberga la Facultade de Filosofía. Dicho revocado era en blanco, al que se volverá, lo que resaltará más el escudo que preside el edificio. En cuanto a San Martiño Pinario, se consideró acertado el proyecto de reparación del pavimento exterior planteado, así como las obras de aislamiento previstas en el Museo do Pobo.