La cantante mallorquina dice que no pretendió mostrar una Chavela afrocubana, evocando los momentos de la grabación del disco con Chucho Valdés con quien, dice, «se estableció una conexión muy linda que funciona por amor a la música y lo bien hecho». Nunca había estado en la isla, que define como «un sueño extraño maravilloso, muy lindo, que uno se lo tiene que tomar tal y como es, sin quedarse con lo que le cuenten. Hay que ir, es un país fascinanante».