El Gobierno evita dar plazos para el intercambiador, aunque Blanco dice que el AVE llegará en el 2011
04 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Santiago tendrá una estación de AVE de referencia y con un buen equipo de arquitectos detrás. Ese es el compromiso suscrito ayer por las administraciones estatal, autonómica y local, además del Adif. El cuándo estará en funcionamiento ya es otra cosa. Nadie ha querido adelantar plazos, ni siquiera el ministro de Fomento, que adujo las dificultades que implica un proceso de este tipo para no poner fecha de inicio ni de remate de la obra. Sí anunció que el AVE llegará a Compostela en el 2011 y agradeció a los vecinos de O Castiñeiriño y Pontepedriña que facilitasen esa tarea en el expediente expropiatorio.
El acto, hecho para la galería gráfica pero no para la prensa (José Blanco solo tuvo paciencia para admitir una pregunta sobre la estación) fue un canto a la colaboración institucional para sacar adelante el proyecto de la estación, pero sin obviar puyas y justificaciones por el retraso en el plácet formal al convenio. «Contrastar visiones es necesario, pero no hasta el punto de que la negociación se convierta en un freno y obstaculice la consecución del interés general», dijo el ministro de Fomento, quien agradeció «haber salvado los últimos escollos» y se congratuló de que las tres administraciones firmasen el acuerdo: «No esperaba otro escenario».
Tampoco lo esperaba el conselleiro Agustín Hernández, quien subrayó que con su pretensión de modificar el acuerdo no trató de imponer un pronunciamiento «nin interferir desde a Xunta nas lexítimas competencias do Concello», sino de buscar un punto de encuentro hacia un buen diseño de la estación, a garantizar que esta no crease dificultades a la movilidad y al desarrollo de la zona y a que la nueva actuación implique una oportunidad para la ciudad, la comarca y Galicia.
Resalta Hernández que «é unha obriga para os asinantes» que los vecinos de Compostela y quienes utilizan el vial Sar-Pontepedriña no vean dificultado el recorrido por la implantación de una nueva infraestructura. Y que el transporte público mejore su movilidad.
Tanto el conselleiro como el ministro glosaron la oportunidad que la iniciativa del Hórreo representa para la mejora urbanística del ámbito, su revalorización y su unidad. Es decir, la posibilidad que representa, como recoge el convenio, de establecer una conexión peatonal y rodada entre los barrios del Ensanche y Pontepedriña, además de la resolución de los accesos peatonales y rodados hasta el complejo de la estación desde el Hórreo, la avenida de Lugo y Pontepedriña.
Gran área de influencia
En el centro de todo ese entramado emergerá una gran estación de AVE, que sea una significativa puerta de entrada en la ciudad, según coinciden los firmantes del convenio. A ese respecto, el alcalde le pidió al ministro en su intervención que hiciese un esfuerzo para traer al mejor arquitecto o equipo de arquitectos posible para un gran proyecto en la desembocadura del AVE en Compostela. Un proyecto de referencia que dure todo el siglo XXI. José Blanco dijo que era un compromiso de Adif «buscar el mejor equipo para el mejor diseño».
El carácter intermodal de la estación, referido al tren y al transporte por carretera, es la solución más eficaz para el transporte, según las administraciones. Todas comparten ese criterio, que además es novedoso en la comunidad autónoma. Según Blanco, el de Santiago es el primer convenio de estación intermodal que se firma en Galicia y uno de los primeros de España. La conexión de los transportes permitirá una mayor movilidad sostenible, permeabilidad y accesibilidad «y un considerable ahorro de tiempo en los desplazamientos», según el ministro.
La comunicación con el hinterland de la capital se ve facilitada, a juicio del alcalde, por el nuevo complejo intermodal. Bugallo asegura que medio centenar de ayuntamientos y en torno a 700.000 personas estarán inmersas en esta área de influencia. El área ferroviaria dispondrá para el futuro movimiento humano de la zona cuatro aparcamientos con un total de 1.800 plazas.
Todas estas personas, y los propios compostelanos, tendrán otra posibilidad aportada por el nuevo complejo arquitectónico, y es que sera un excelente mirador hacia Brañas de Sar y la Cidade da Cultura. «Estoy seguro de que Brañas de Sar será un lugar de tránsito habitual para los compostelanos y la visualización de la Cidade da Cultura crecerá con esta actuación», explicó el ministro de Fomento.
Además, se pretende darle una buena fachada urbana a esta parte, así como al Hórreo y la avenida de Lugo. Destacó también la humanización de la zona en beneficio de los peatones con las actuaciones proyectadas y la que ahora mismo se está acometiendo para la mejora del tráfico en la rúa do Hórreo y en la rotonda de Galuresa.