La construcción de la autovía Santiago-Lugo (A-54) tendrá continuidad en los próximos días con el inicio de las obras del tramo que discurrirá desde Lavacolla hasta Arzúa. Representantes del Ministerio de Fomento y de la empresa adjudicataria de los trabajos -Dragados S. A.- formalizaron ayer la firma del acta de comprobación del replanteo, lo que autoriza a la empresa a comenzar el movimiento de tierras.
Así lo han anunciado desde la agrupación socialista del PSdeG de Arzúa, que aporta datos según los que la conclusión de los trabajos no se retrasará más allá de los 39 meses establecidos como plazo de ejecución, es decir, las obras rematarán dentro de tres años.
De acuerdo con los socialistas arzuanos, los Presupuestos Generales del Estado desvelan que Fomento tiene prevista la inversión necesaria para concluir en ese tiempo las obras de la autovía hasta Arzúa.
En total son 102.789.400 euros, fraccionados en asignaciones de 2,5 millones para el 2010; y 5, 1 y 88,9 millones, respectivamente, para los ejercicios de 2011 y 2012. A esas cantidades, se añade la partida de 6,1 millones consignada para el año en curso.
Los trabajos del trayecto de alta capacidad hasta el término municipal arzuano comenzarán en Lavacolla, donde concluye el único tramo operativo de la A-54, que, procedente de Santiago, conecta con dos carreteras nacionales: el vial que conduce hasta Oviedo (N-634) y el que discurre hasta Lugo (N-547) comunicando los municipios que vertebrará la futura autovía.
Esta actuación se extenderá a lo largo de 18,5 kilómetros afectando a terrenos del municipio compostelano, de O Pino y de Arzúa, donde, a la altura aproximada del kilómetro 15, está prevista la construcción de un área de servicio, la única que existirá en ese tramo. La plataforma viaria tendrá dos calzadas de siete metros, arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de un metro.