Cinco crías abandonadas que tienen menos de dos semanas fueron adoptadas por otra perra, que los amamanta a la espera de que les busquen un nuevo hogar
10 dic 2009 . Actualizado a las 10:47 h.Que una historia triste puede tener un final feliz lo saben bien las hermanas Sonia y Dayana Jarazo, dos jóvenes de Negreira que recientemente acogieron en su casa a una perra abandonada a punto de dar la luz a tres cachorros, cuyo abuelo alimentaba en la zona de Vilachán.
Finalmente, uno de los cachorros nació muerto, pero los otros dos salieron adelante con su ayuda. Ayer, cuando los llevaron a la clínica veterinaria Val de Barcala, descubrieron como su responsable amantaba a cinco cachorros de una perra de caza con menos de quince días de vida, a los que operarios del Concello recuperaron ayer mismo del alpendre de una vecina de la aldea de Gorgal, tras abandonarlos su madre el pasado domingo.
Según la información facilitada por el Concello, la perra estaba abandonada, por lo que según el relato de la dueña del alpendre era «poco dócil», y buscó refugio a cubierto ante las continuas lluvias para parir a los cinco cachorros, cuatro machos y una hembra de una raza de perros dedicados a la práctica de la caza, que en los últimos días habían sido alimentados a base de leche y agua a través de una jeringuilla.
La emisora de radio municipal hizo ayer un primer llamamiento para encontrar a personas dispuestas a acoger a alguno de los cachorros para sacarlos adelante llamando al número de teléfono 981 885 736, ya que el Ayuntamiento carece de los medios apropiados, y únicamente a través de unos servicios veterinarios externos podrían alimentarlos algunos días para evitar que se mueran de hambre, al menos mientras no surtiese efecto el llamamiento de solidariedad para que vecinos anónimos decidan adoptarlos en sus casas.
Sin embargo, las dos hermanas Jarazo propusieron a la responsable de la clínica llevárselos a Dulce, la perra que ellas mismas habían acogido en su casa para que los amamantase, sabedoras de que tenía suficiente leche para sus dos cachorros. Y Dulce no les decepcionó, ya que lejos de rechazarlos, empezó a darles leche para que comiesen.
Ahora, tanto las hermanas Jarazo, como desde la clínica y hasta el propio alcalde, Jorge Tuñas, muy sensible con el abandono de animales, confían en que aparezcan personas que quieran acoger a estos cachorros.