La situación de un perro pequinés ha movilizado a una serie de vecinos del barrio de Vite, que lamentan que no funcione el servicio municipal encargado de estos casos. El chucho (que no tiene trazas de ser un animal callejero) está pegado a una pared, en malas condiciones y no deja acercarse a la gente. Tampoco acepta la comida que se le ofrece. Residentes de la zona llamaron a la policía local, quien les explicó que Raxoi no podía hacer nada, ya que el veterinario responsable se encuentra fuera de servicio hasta el día 7. «Es increíble que un Concello como el de Santiago no tenga bien atendido un servicio como este», lamenta el representante de la asociación de vecinos, Manuel Freijo. Algunos vecinos se pusieron en contacto con Medio Ambiente, sin resultado por el momento.