Concluye la parcelaria de Dormeá, en Boimorto, con la entrega de los títulos de propiedad de 500 fincas
SANTIAGO
La parcelaria de la parroquia de Dormeá, en Boimorto, se dio ayer por concluida con la entrega de los títulos de propiedad de las fincas que resultaron del proceso de concentración de tierras. El delegado territorial de la Xunta, Diego Calvo, el director xeral de Desenvolvemento Rural, Antonio Crespo, y el alcalde, José Ignacio Portos (PSdeG), presidieron el acto, en que los vecinos recibieron la documentación que los acredita como propietarios de las 566 fincas que se obtuvieron de la concentración.
La parcelaria de Dormeá se realizó sobre una superficie de 1.017 hectáreas y permitió que los 268 propietarios de terrenos en la parroquia redujesen notablemente el número de parcelas iniciales -que ascendían a 1.447- y alcanzasen una superficie media de 17.376 metros cuadrados. Las ventajas de contar con fincas de mayor extensión han sido destacadas por el delegado territorial de la Xunta, en palabras del que, la concentración parcelaria contribuye «a unha mellor capacidade de aproveitamento da terra e suporá un mecanismo dinamizador para a economía local».
La parcelaria de Dormeá se decretó en el año 1992 y, desde entonces, la inversión destinada por la Administración autonómica para avanzar en las diferentes fases hasta su conclusión asciende a 843.985 euros. Los trabajos consistieron, por un lado, en la contratación de los servicios técnicos para la investigación de la propiedad, levantamientos topográficos, confección de planos parcelarios, clasificación de tierras y acondicionamiento de fincas; y, por otro, en el diseño y creación de una red adecuada de caminos que, con una longitud de 28 kilómetros, permiten el acceso a las nuevas fincas y facilitan el tránsito de maquinaria agrícola.
Finalizada la concentración de tierras en Dormeá, se elevan a ocho las parroquias del municipio de Boimorto que cuentan con la parcelaria, que concluyó con anterioridad en los núcleos de Andabao, Ánxeles, Arceo, Brates-Mercurín, Buazo, Cardeiro y Sendelle. El proceso permite mejorar y modernizar las técnicas de producción agraria, así como incrementar el valor de las tierras de cultivo y recuperar para el uso otras abandonadas, con la consiguiente repercusión en la calidad de vida del agricultor.
Su desarrollo sirve, además, para actualizar la documentación de titularidad de los propietarios de las fincas del municipio, y presenta ventajas añadidas como el fomento de áreas recreativas y la mejora de los accesos para los servicios de prevención de incendios.