1 Nada es verdad ni es mentira, sino de la manera en que se presenta. Y para el exigente público infantil se hacen montajes maravillosos, pero pocos. El que ayer les ofrecieron en el Auditorio de Galicia, dentro del programa Concertos didácticos, fue una ópera, la versión adaptada a su fantasía de La cenicienta, de Rossini, producida por el Gran Teatre del Liceu y patrocinada por la Obra Social de La Caixa. La dirección musical es de Stanislav Angelov, y la escénica de Joan Font, de Els Comediants. Los dos mil escolares que llenaron las dos funciones se divirtieron. Y recordarán esta ópera.
2 Alguien que, como Cándido Pazó, un animal teatral en el mejor sentido de la frase, por cuanto domina las facetas de autor, director, dramaturgo y actor, sobre todo como monologuista, triunfa estos días ante uno de los públicos más duros y difíciles, el infantil, está en racha. Y con una obra que, siendo el betseller de la literatura gallega, refleja un mundo desconocido para los preadolescentes de hoy en día: Memorias dun neno labrego, de Xosé Neira Vilas. Pero Pazó los acerca al Balbino (nombre del protagonista) que todos llevamos dentro, que existe y es real en esta sociedad de la comunicación y de la información. Los escolares que asisten a las funciones en el Salón Teatro corroboran con su atención y sus aplausos el éxito del montaje.
3 En otro ámbito artístico ha vuelto a triunfar la pareja de baile deportivo que forman Beatriz Veiga y Manel López, que además son profesores del centro Sons Club de Baile. Quedaron subcampeones de España de 10 Bailes, que une las modalidades estándar y latinos. Si aún no los han visto bailar, el 6 de febrero hacen una exhibición en el Multiusos de Sar, en el descanso del partido de baloncesto del Obradoiro.