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Los coches saturan los barrios próximos a las zonas verdes

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

TOURO

27 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La puesta en marcha de las zonas verdes reservadas para el aparcamiento de los residentes está provocando una fuerte presión sobre los barrios más cercanos. Con la entrada en vigor de la zona verde en Pontepedriña, los conductores comenzaron a refugiarse en el Restollal y en las calles de las nuevas urbanizaciones del barrio. Actualmente, el volumen de vehículos aparcados en esas nuevas calles haría pensar que los edificios están totalmente ocupados. Sin embargo, no es así. Prueba de ello es que, por la tarde, el número baja y los fines de semana el aparcamiento es simbólico comparado con el panorama de lunes a viernes.

Lo mismo ocurrió en Vista Alegre cuando la pintura verde limitó el aparcamiento en Vite. En la avenida Castelao, donde buena parte del espacio dispone de aparcamiento libre las 24 horas del día, los coches casi no rotan. Algunos vehículos ocupan la plaza el domingo por la noche y ya no lo abandonan hasta el viernes. Esta situación podría obligar a las autoridades locales a introducir algún cambio en la calle para fomentar la rotación de las plazas.

La inmediata entrada en vigor de la zona verde de San Pedro está ejerciendo una fuerte presión sobre el barrio de la Almáciga, en el que también se notó la puesta en marcha de la zona de residentes de Vite. Pese a que la zona de San Pedro aún no está en vigor oficialmente, los conductores no residentes comenzaron a abandonar las calles del barrio al mismo tiempo que la pintura verde aparecía en la calzada. Así, por ejemplo, el viernes a las 9.30 horas había hasta nueve plazas libres en la calle Betanzos, algo casi imposible antes de haber sido pintada la calle. Pero también al mediodía los residentes pudieron aparcar y, a las 14.30 horas, aún quedaban libres cuatro plazas de aparcamiento. Mientras esto sucedía en la calle Betanzos (incluida en la zona de San Pedro), en la siguientes rúas de O Pino, Touro y Teo las plazas no permanecen vacías ni un segundo. La falta de espacio es más grave al mediodía, cuando los residentes dejan sus coches en doble fila el tiempo justo para comer. En este barrio, la mayoría de los inmuebles carecen de aparcamiento y solo hay dos párkings privados que alquilan plazas por precios que rondan, de media, los 60 euros. En el barrio de San Pedro, la media ronda los 100 euros.

El presidente de la Asociación Francisco Asorey, Santiago Martínez, comentó que los residentes están «desexando que poñan a zona de verde. Hai semanas que é imposible aparcar. Hai coches que levan no mesmo sitio dende hai moitos días. E non falo dun nin de dous». En este barrio, inicialmente se dejarán espacios libres y, en caso de ser necesarias más plazas de residentes, se podría acondicionar un espacio que hay junto al parque, antes área infantil.