La presencia de Juan Mari Arzak supone un espaldarazo para los hermanos Julio y Marcial Brenlla, dos restauradores de Negreira que acaban de abrir en la zona de A Sionlla (Santiago) su nuevo establecimiento, Mar de Esteiro. Y es que el chef donostiarra no solo supo escoger bien un lugar de descanso como el Val de Barcala, sino que además, lo hizo forjando una profunda amistad con restauradores como Rogelio Rial, de Casa Barqueiro, artífice de que Arzak haya adquirido un piso en la villa, aunque Juan Mari prefiera descansar en la casa familiar de los Barqueiro, en pleno rural negreirés.
Mar de Esteiro, cuenta en su parte baja con tres salas comedores para 70 personas, y cuatro en la primera planta para 90 comensales, con capacidades que van de diez a cuarenta personas, especialmente recomendados para comidas de negocios, empresa y familiares, así como a todo tipo de celebraciones.
Una de las ventajas es que posee una cetárea de mariscos propia y una bodega. El edificio de dos plantas está catalogado como bien de interés cultural, de ahí su cuidada rehabilitación, amén del recinto ajardinado del antiguo cámping de A Sionlla, frente al colegio. El proyecto contó con una ayuda económica de los Fondos Europeos para el desarrollo rural de la Xunta, y sus instalaciones están disponibles al público en horario de 13 a 16 horas, y de 20 hasta medianoche.
Los mejores mariscos y pescados de la ría están muy presentes en la carta de platos que ofrece Mar de Esteiro, siendo el arroz con bogavante, la especialidad estrella, dada la tradición de su otro restaurante, O Muíño, en Esteiro (Muros). Su responsable, Julio Brenlla, explica que los precios «son os mesmos que tiñamos no Muíño, cunha cociña tradicional, onde temos tamén ricas carnes galegas», señaló.
Piso en Negreira
«Donosti como ciudad es lo mejor del mundo, pero esto -por Galicia- me parece la pera. Yo siempre digo que primero soy de Donosti, después del pueblo de donde es mi madre, y luego soy de Negreira, hasta tengo un piso allí». Son reflexiones de Juan Mari Arzak, de su especial cariño por las tierras del Val de Barcala «porque el paisaje, la comida y los amigos que tengo allí, es algo increíble». Durante su visita a Santiago, el alcalde negreirés, Jorge Tuñas, le propuso que el Concello le obsequiase con un reconocimiento público, pero Juan Mari prefiere pasar desapercibido: «Yo quiero ir a Negreira para estar tranquilo, con mis amigos, pero ya le dije al alcalde que lo que podemos hacer es que vengan ellos a Donosti, y hablamos allí de Negreira», sentenció el chef vasco.