El catastro valora los terrenos el doble del precio que les impusieron
08 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El polígono de A Sionlla está a punto de ser inaugurado. Es una buena noticia para la ciudad y el sector empresarial. La otra cara de la moneda es que un centenar de propietarios llevan dos años y medio aguardando a percibir lo que les corresponde. Y no se trata solo de parcelas. Varias casas y algún negocio han caído bajo la piqueta para desalojar el terreno. Se sienten frustrados.
En mayo del 2009 se llevó a cabo la ocupación de los terrenos a un precio de 16,34 euros el metro cuadrado que, con escasas excepciones, fue rechazado por los propietarios. Para ellos se trataba de cantidades «ridículas».
El calificativo pudieron comprobarlo ellos mismos, de forma dolorosa, cuando unas fechas después se llevaron a cabo las revisiones de los valores catastrales. Los ya expropietarios de las fincas se quedaron estupefactos cuando leyeron la valoración que les notificaron de sus bienes inmuebles y figuraba la cifra de 36 euros el metro cuadrado. Y ello teniendo en cuenta que el catastro no refleja precios de mercado, sino que aplica distintas circunstancias reductoras y bonificaciones.
En las actas de expropiación les asignaron importes de 16 euros, menos de la mitad del catastro, cuando teóricamente las expropiaciones se cobran a precios de mercado.
Los informes periciales recabados por los abogados de 70 de los propietarios (que representan 700.000 metros cuadrados de terreno) y elaborados en base al precio medio de las transmisiones realizadas en el ámbito, elevan la cifra a 78,14 euros metro cuadrado. Costa Vella está al lado y ha supuesto buenas rentas para algunos propietarios.
Pero aparte de la constatación catastral, lo que más indigna a los antiguos titulares de los terrenos es la lentitud administrativa en la resolución de sus casos. En el momento en que se produjo la urgente ocupación y el pago del importe de los depósitos previos, los expropiados formularon alegaciones al jurado de justiprecio en reclamación de un valor más elevado para sus propiedades.
Sin respuesta
Van allá dos años y medio y no han recibido todavía respuesta del tribunal. Califican de inadmisible esa demora y se sienten «descontentos y agraviados» y con la sensación de que están «pagando o desenvolvemento industrial da cidade».
Las expropiaciones han supuesto el derribo de una docena de casas y otras construcciones, entre ellas una notable explotación ganadera. Y lo malo de estos casos, según indican, es que se trata de un proceso que viene de seis o siete años atrás hasta la ejecución del expediente expropiatorio: «O de A Sionlla era un terreno hipotecado dende anos atrás».