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Por la rúa Fraga hacia el Gaiás

x.r. santiago / la voz

SANTIAGO

El expresidente no pudo asistir a la inauguración de su avenida

26 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La calle que sube desde la rotonda del Multiusos hasta Gaiás ya tiene nombre. Ayer la descubrieron al alimón, y a los sones de un gaiteiro, Núñez Feijoo, Gerardo Conde y Manuel Fraga. No el expresidente, sino su nieto, un joven espigado que representó a la nutrida cohorte de familiares del vilalbés presentes en la ceremonia de inauguración de la avenida Manuel Fraga Iribarne. De fondo, la Cidade da Cultura, empeño del estadista. El homenajeado, por su precaria salud, no ha podido escuchar en directo los copiosos elogios que le brindaron en sus discursos Feijoo, Conde Roa y el presentador Pablo Acción. Pero el alcalde se ha encargado de remitirle un vídeo con el acto.

«Aquí está el PP entero», dice un antiguo responsable del partido en Compostela. Y, en efecto, un segmento mayoritario de la formación conservadora, con el presidente de la Xunta y tres conselleiros a la cabeza, copó las plazas del acto inaugural. Pero también han asistido representantes de diversos colectivos de la ciudad, conocidos personajes a título individual, tres ediles socialistas y el exalcalde Xerardo Estévez. El BNG, que no apoyó la rúa no estuvo presente ni en el acto ni en los discursos.

Citas a Bugallo y Estévez

Precisamente en su alocución Gerardo Conde aludió a Bugallo («definió con acierto a Fraga como amigo de Compostela») y a Estévez («Fraga y Estévez inauguraron juntos muchas obras emblemáticas de Santiago») y resaltó que el expresidente homenajeado a los integrantes del PSOE «nunca los considero enemigos». Definió a Fraga como «hombre de Estado y hombre de pueblo» que demostró «galleguidad y amor a España».

Núñez Feijoo también puso el acento en el concepto de galleguidad como fórmula brañista de compromiso revitalizador de la autonomía de Galicia de Fraga, distante del nacionalismo y del centralismo. Es decir, «un galeguismo amable xa latente en Galicia». El presidente destacó el simbolismo del acto inaugural vinculado a un hombre que inauguró muchas avenidas en Galicia y que ayer recibió el nombre de una vía en Santiago, capital gallega, «que conecta unha cidade con outra cidade».

Tranquilidad total

Como uno se olía ya, la ceremonia inaugural estuvo rodeada de grandes medidas de seguridad. Pero al Gaiás no llegaron gritos ni consignas ni nada que se les pareciese.

Curiosamente, el único detalle anti homenaje se fraguó en el propio acto por parte de sus principales protagonistas: contravinieron la norma de la extrema puntualidad de Manuel Fraga llegando más de un cuarto de hora tarde al escenario inaugural. Por suerte, en el vídeo que le harán llegar no aparece ningún reloj delatador.