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«La fachada del antiguo Banco de España es una cosa muy fea»

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Gallego Jorreto, en el lucernario que ha creado en el museo, desde el que se puede ver la Catedral y la Torre de la Berenguela.
Gallego Jorreto, en el lucernario que ha creado en el museo, desde el que se puede ver la Catedral y la Torre de la Berenguela. álvaro ballesteros< / span>

Anuncia el fin de los retrasos y que el edificio estará listo en febrero

31 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Manuel Gallego Jorreto (O Carballiño, 1936) es uno de los arquitectos gallegos de mayor prestigio. El año pasado fue Medalla de Oro de la Arquitectura. Diseñó, entre otros edificios, la residencia del presidente de la Xunta o el Concello de A Illa de Arousa. El Consorcio le encargó transformar la antigua sede del Banco de España en el nuevo Museo das Peregrinacións e da Cidade de Santiago.

-¿Cómo van esas obras?

-Pues fueron lentas y se dieron retrasos que luego no se dieron recuperado. Problemas que surgen en todas las obras a los que hay que añadir los que tuvimos por los hallazgos arqueológicos. Encontraron los restos del primer foso amurallado de la ciudad. Son restos importantísimos desde el punto de vista de la fundación de la ciudad, porque parece ser que esa muralla estuvo vigente poco tiempo, solo un siglo, y después lo rellenaron y es una escombrera de restos medievales, lo que hace que tenga hallazgos interesantes.

-¿Cómo ha compatibilizado hallazgo arqueológico y proyecto?

-Con mucha complicación. Ha condicionado muchísimo. Patrimonio nos ordenó tomar toda cautela, parar, nos prohibió seguir avanzando y entonces hemos llegado a un acuerdo de dejar una parte del proyecto pendiente de tomar una decisión y construir todo lo posible sin que afecte a los restos arqueológicos. Esto ha hecho que el sótano del museo haya quedado muy cercenado. Había un pequeño salón de actos que quedó pendiente de hacerse y había una parte que estaba ocupada por almacenes, que son fundamentales en un museo, y que en este caso han desaparecido al estar ocupados por los restos. Estoy pendiente de la decisión que se tome.

-Así que imagino que no cumplirán el plazo de inauguración.

-Ya no se ha cumplido en repetidas veces. El último plazo que tenemos es febrero del 2012.

-Esto va como el AVE a Galicia, ¿no?, a medida que se va acercando el plazo se pone otro.

-Tienes toda la razón, pero yo creo que esta vez sí cumpliremos. Ya me atrevo a decir que sí, antes no me atrevía.

-¿Cómo se musealiza una peregrinación?

-Es complicado, la verdad. Ha habido que resolver la estructura para que funcione con variaciones. Un museo tiene que ser un espacio muy abierto. Eso ya condiciona el proyecto. Tiene que tener una amplitud en la entrada, tiene que no tener peldaños, lo que antes era un falso soportal tuvo que transformarse en un soportal asequible, lo que antes era una entidad bancaria, alejada del contacto con el público, tiene que ser una cosa diáfana y abierta. Tiene que tener una parte que corresponda al edificio antiguo y otra que corresponda a lo nuevo. Todos esos argumentos han condicionando el proyecto. Y luego hay otro, de fondo, que es cómo hago yo un edificio sobre otro que no me gusta nada, ¿no?

-De eso quería yo hablarle... le exigieron mantener la fachada, que parece lo más horroroso que tiene el edificio...

-Es fea, es fea.

-¿Usted la habría mantenido?

-De ninguna forma. Es una cosa muy fea y además no tiene calidad ninguna, porque es muy pastiche y un poco prepotente. Parece que es más de lo que es, porque luego resulta que lo que pensábamos que eran hermosos muros de piedra, pues no, tenían cachos de ladrillo, de hormigón... El edificio no tiene estilo propio, tenía un alero de teja que no se usó en Galicia nunca, tenía el patio aquel abierto que tampoco existía en ningún sitio en Santiago. Pero tenía ese empaque de piedra y el que los ciudadanos ya estaban habituados a él y yo creo que producía un poco de miedo el pensar que se iba a hacer una cosa moderna debajo de la Catedral y que el impacto iba a ser duro. Este es el argumento que yo creo que hay debajo de ese encargo.

-¿Ha ganado el edificio con la reforma?

-Yo creo que sí. La manzana se cerró y eso le viene bien a Santiago. El alero se mejoró y el soportal ahora es un soportal. Mi idea era que el que venga al museo no se meta allí a ver una imagen, porque lo más importante está al lado, que es la Catedral. Por eso le puse un gran lucernario desde el que se ve la Catedral. El visitar el museo va a ser un poco como el final del Camino. Esa es la idea con la que he trabajado.

manuel gallego jorreto arquitecto del nuevo museo das peregrinacións

«Visitar el museo va a ser un poco como el final del Camino. Esa es la idea con la que he trabajado»