Ricardo Grela, un vecino de Vigo, perdió el viernes la mañana y sigue sin saber cuándo le llamarán para facilitarle más información y tramitarle la ayuda solicitada. Desde 1982 su esposa ha sufrido cinco operaciones de caderas y sacro, y ?ahora espera por otra de rodilla. Ya tenía la valoración de dependencia: grado 3, lo máximo.
Él necesita que le echen una mano con urgencia. «En casa podemos arreglarnos con un tacatá, ?pero mi mujer pesa 70 kilos y necesito ayuda para otras tareas como bañarla», explica. Tiene 533 euros de pensión y no puede contratar a nadie.