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De la biomedicina al cambio climático

La Voz

SOCIEDAD

23 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Finisterrae cuenta con 2.528 procesadores y tiene una capacidad de memoria de 20 terabytes. O lo que es lo mismo, la equivalente a 20.000 ordenadores convencionales, lo que le permite realizar 16 millones de operaciones por segundo.

Con esta capacidad se erige en una herramienta básica para desarrollar la ciencia computacional, considerada ya como el tercer pilar de la ciencia. Dicho de otro modo, la teoría y la experimentación ya no son suficientes, sino que para abrir una nueva puerta en el conocimiento son necesarios potentes modelos de simulación virtual tanto de objetos como del propio cuerpo humano. ¿Cómo se consiguen? Con complejos cálculos matemáticos que solo los más sofisticados sistemas informáticos son capaces de ofrecer.

¿Para qué son necesarios estos cálculos? «Las aplicaciones son prácticamente infinitas y en campos muy diversos», responde el catedrático de Matemáticas Alfredo Bermúdez de Castro. Desde la nanotecnología a la biomedicina -con aplicaciones que van desde el diseño de fármacos a la creación de chips de diagnóstico genético- o a la ingeniería industrial, pasando por la meteorología, el seguimiento de mareas rojas y el desarrollo de modelos sobre cambio climático, áreas en las que los científicos gallegos ya han empezado a despuntar.

«En el sector energético también tiene aplicación, ya que permite simular la combustión y desarrollar, así, tecnologías más eficientes y menos contaminantes», apunta Alfredo Bermúdez.