Recalca que no hay riesgo para la salud porque el proceso de refinado elimina cualquier residuo
26 abr 2008 . Actualizado a las 14:42 h.El Ministerio de Sanidad y Consumo, a través de una notificación de alerta de Francia, ha detectado la presencia en España de una partida de aceite de girasol contaminado procedente de Ucrania.
Ante esta situación, y en cumplimiento del principio de precaución, el departamento que dirige Bernat Soria ha recomendado, en primer lugar, no consumir aceite de girasol, si bien ha enviado un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos, toda vez que su ingesta no tiene riesgos para la salud.
Sanidad ha aconsejado a los ciudadanos que no hayan consumido aceite de girasol, pero que lo tengan en su domicilio, que lo retengan sin consumirlo «hasta que se informe acerca de las marcas que pueden utilizarse sin reserva alguna». Si ya se ha consumido, el ministerio asevera que «no debe preocuparse, porque los procesos de refinado y dilución del aceite sitúan la contaminación en niveles mínimos, lo que significa una baja exposición y la ausencia de riesgo para la salud».
Francia notificó el jueves a través de la Red de Alerta Comunitaria que aceite llegado de Ucrania «presentaba contaminación por hidrocarburos alifáticos procedentes de aceites minerales». Al tiempo, el país vecino informó de que el aceite se ha distribuido a la mayoría de los países de la Unión Europea, entre ellos España. La Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ya ha difundido esta información por la Red de Alerta a todas las Comunidades Autónomas.
Según un comunicado difundido por Sanidad, la Aesan, en representación del ministerio, y miembros del Ministerio de Medio Ambiente ya han reunido a las empresas importadoras de aceite de girasol (Afoex) para conocer el destino del aceite procedente de Ucrania que haya llegado a España desde febrero. «Estas empresas ya han indicado a sus clientes que retengan la mercancía y paralicen el procesado y envasado de este producto», indica la nota. Aunque hay análisis que constatan que parte de la mercancía importada no está contaminada, por el principio de precaución, «se está tratando todo el producto como sospechoso hasta que se tenga la absoluta certeza de qué cargamentos están libres de contaminación».
Ayer, la Aesan celebró una reunión con las asociaciones que engloban a las pequeñas y grandes superficies comerciales y con la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas para garantizar que no se saca al mercado aceite sospechoso y para conocer las marcas que podrían estar afectadas por la contaminación. Según la información recabada hasta el momento, subraya Sanidad, «la gran mayoría del aceite potencialmente contaminado (por sospecha de origen) está fuera de la cadena alimentaria o en fase de retirada antes de su comercialización». No obstante, concluye la nota, hasta que no se recaben los datos de las empresas de distribución «es imposible asegurar que una parte del aceite sospechoso no haya llegado al consumidor final».
Marcas, la próxima semana
El director de la Agencia de Seguridad Alimentaria, José Ignacio Arranz, explicó anoche que la próxima semana se conocerán las marcas del aceite de girasol afectadas por la contaminación, e insistió en que la recomendación de no consumirlo es «reversible y cautelar». Arranz subrayó que no existe un «un riesgo toxicológico agudo» y dijo que se trata de aceite de girasol embotellado, es decir, el que se utiliza para freír, aliñar y emulsionar salsas.
«Hay certeza casi absoluta de que solo una pequeña parte está contaminada, pero estamos pagando el precio de la agilidad con la que funcionan la redes de alerta», concluyó José Ignacio Arranz.