La riojana Olga Bejano, pentapléjica desde hace más de 20 años, falleció en la madrugada de ayer debido a una parada cardiorrespiratoria, consecuencia de una fuerte neumonía que sufría desde hace varios días. Bejano contrajo en 1987 una enfermedad neuromuscular que terminó paralizando casi todo su cuerpo. Durante más de dos decenios no pudo hablar, ni ver, respiraba artificialmente y se alimentaba a través de una sonda. Además, había padecido casi 200 neumonías y varias decenas de intervenciones quirúrgicas.
Sin embargo, Olga Bejano encontró un método para comunicarse con el exterior haciendo unos levísimos movimientos con los impulsos de su rodilla. Sus distintas enfermeras aprendieron a traducir este singular abecedario y gracias a este sistema llegó a publicar tres libros: Voz de papel, Alma de color salmón y Los garabatos de Dios. El último de ellos era una profunda reflexión sobre la grandeza y los límites del ser humano y, especialmente, sobre la capacidad de superación de las personas.