La leche de vaca gallega no tiene residuos tóxicos, según un estudio

SANTIAGO CIUDAD

20 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La leche de las vacas gallegas está libre de agentes tóxicos. O al menos los residuos fitosanitarios orgánicos están por debajo de los límites permitidos, al igual que los piensos, el ensilado, el agua que consume el ganado o el suelo de las explotaciones. Así se desprende de los resultados del primer estudio integrado en el que se analiza el impacto de los diversos productos fitosanitarios en la calidad de la leche del ganado vacuno gallego y que ha sido elaborado por el Instituto de Investigación e Análisis Alimentarias de la Universidade de Santiago (USC ) y por otros dos grupos del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo.

El equipo examinó 25 explotaciones que representan los principales modelos de producción que existen en Galicia e inspeccionó en cada una de ellas todo lo relacionado con la alimentación del ganado con el objeto de seguir la trayectoria o trazabilidad del producto a lo largo de toda la cadena, desde su origen hasta que llega al consumidor.

El proyecto se centró en el estudio de los contaminantes fitosanitarios orgánicos de las familias de pesticidas más empleados en los cultivos forrajeros de la comunidad. En total, se analizó la posible presencia de hasta cien sustancias diferentes, todas de conocida toxicidad o potencialmente peligrosas y cuyo límite máximo de residuos permitido está legislado por ley.

«Cada vez esíxese máis calidade e seguridade nos productos e, por tanto, un maior control con respecto á presenza das substancias que se sospeita que poden ser tóxicas e dos seus límites, de xeito que non se pode superar o máximo permitido», explica la coordinadora del proyecto, la investigadora de la USC, María Llompart Vizoso. Dentro de los productos fitosanitarios existen unas mil sustancias reguladas, de las que el equipo de investigadores seleccionó cien con el fin de controlar su presencia en la cadena de producción. Algunos de los nuevos métodos que proponen ya han sido validados en revistas científicas internacionales.

«Trátase de metodoloxías novidosas, pero á vez moi sinxelas e rápidas de aplicar e que, ademáis, non empregan prácticamente disolventes orgánicos. É unha química verde, que non xera residuos», señala María Llompart.