Los 37.000 negocios de hostelería gallegos asfixian la oferta extranjera

SOCIEDAD

16 may 2009 . Actualizado a las 13:13 h.

El ciudadano gallego que disfruta probando sabores y texturas y que sale el fin de semana en procura de cocina internacional y novedades gastronómicas tiene ante sí un panorama desalentador: medio centenar de restaurantes exótico auténticos. Es decir, regentados por profesionales nativos.

Un indio y un libanés en Vigo; un griego, otro indio, un japonés y un sefardí en A Coruña, un yemení en Culleredo y un filipino, un kurdo, un griego, un árabe y un indio en Santiago dibujan el reducido mapa del exotismo veraz, que se completa con un ramillete más bien escaso de italianos, argentinos, mexicanos, brasileños y chinos auténticos, ya que muchos son negocios a cargo de españoles que conocen Venecia o Buenos Aires por los folletos turísticos, o simplemente se trata de franquicias.

En ciudades como Ourense o Lugo la fuente del exotismo lleva muchos años seca, aunque sí hubo negocios en su día que acabaron cerrando. El motivo parece claro: el exceso de oferta local, que asfixia casi todas las iniciativas emergentes, como explica Juan Silva, presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia (Cehosga). «En Galicia -dice- hay más de 37.000 empresas de hostelería. Es decir, más que en toda Europa [excepto el resto de España], y eso significa que el sector está sobredimensionado, aunque no sabría decir cuánto. Pero no queda mucho mercado para lo de fuera, cuando sería importante buscar un producto alternativo al que ya se ofrece».

El motivo del sobredimensionamiento del sector es, según el directivo de Cehosga, que «la hostelería siempre ha sido un sector refugio para emprendedores, pero también para parados, y con la crisis se incrementa aún más la oferta de locales. El principal problema que implica -prosigue Silva- es la falta de preparación de la mayoría de los profesionales».