Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Retenido como posible terrorista en Londres por hacer una foto

SOCIEDAD

Un compostelano, cacheado e interrogado por la policía británica por tomar una imagen del muro del palacio de Buckingham

21 may 2009 . Actualizado a las 12:36 h.

El puente de San Isidro se le derrumbó de pronto a Alberto R. M., compostelano y residente en Madrid, cuando se le ocurrió fotografiar el muro lateral del palacio de Buckingham mientras disfrutaba de unos días de descanso en Londres, en compañía de un amigo.

Dos disparos realizados con su cámara digital en la calle Constitution Hill bastaron para que surgieran de la nada cinco policías a la carrera que se llevaban las manos a la cabeza para expresarles la locura del acto cometido y que se limitaban a preguntarle a Alberto por qué había retratado la pared.

«Pues, porque me pareció muy curiosa», se limitó a responder el gallego, todavía perplejo, para no decir la verdad, que «parece más un campo de concentración que el palacio real».

La perplejidad va en aumento: otros cinco agentes bajan de una furgoneta para sumarse al dispositivo y el jefecillo del grupo les espeta que les va a aplicar la Terrorism Act, section 44.2. Es decir, la ley para actos terroristas. «Estuvimos una hora retenidos en plena calle y el cacheo que nos hicieron no se ve ni en las películas», explica Alberto, que se sorprende todavía al recordar que el agente encargado del registro «olisqueó como si fuera un perro un simple paquete de Ducados».

Pero la prueba definitiva estaba por llegar. El responsable del comando rastreó una por una las 518 fotos de la cámara hasta dar con otra imagen atroz: el detalle de uno de los cangilones de la noria gigante instalada en el centro de Londres, el London Eye. «¿Por qué, por qué? Está mal, es malo», repetía el oficial en castellano apache.

«Nos dijeron que estaban cotejando nuestros documentos con varios bancos de datos. Sobre terroristas, claro», se indigna Alberto, que no sabe si ese proceso dejará alguna huella. Por eso no descarta la posibilidad de denunciar lo ocurrido. Una hora después de la detención, tras desechar cualquier amenaza terrorista desde la pacífica Galicia, les concedieron graciosamente la libertad con unas simples disculpas.