La Iglesia española acusa al gobierno de Zapatero de convertir en derecho el «atentar contra la vida»
19 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Si hay un asunto en el que coinciden todos los obispos españoles es en el rechazo a la reforma de la legislación sobre el aborto promovida por el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Y eso quedó especialmente patente ayer, cuando la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, cuyas discrepancias internas suelen ser bastante más profundas de lo que por lo general trasciende, acusó al ejecutivo socialista de «imponer» una «moral abortista» e hizo un llamamiento a los diputados católicos para que intenten, con su voto, detener la nueva ley en el Parlamento.
La Iglesia española, como subrayó el portavoz de los prelados hispanos, Martínez Camino, entiende que el Gobierno está tratando de «convertir en [un] derecho» el «atentar contra la vida de los que van a nacer». Y recalca que «el anteproyecto presentado constituye un serio retroceso respecto de la actual legislación despenalizadora, ya de por sí injusta». Por ello, la Conferencia Episcopal remarca que, «de acuerdo con la doctrina de la Iglesia, ningún católico coherente con su fe podrá aprobarlo ni darle su voto».
Los prelados cierran filas
Los obispos no están solos en esta batalla, y lo saben. Desde el sector más conservador de la Conferencia Episcopal, liderado por el cardenal Antonio María Rouco Varela, hasta la corriente más progresista, que tiene a Ricardo Blázquez como referencia, los prelados son muy conscientes de que en este asunto, que ya toma tintes de enfrentamiento abierto, cuentan con el inquebrantable respaldo de la Santa Sede. Aunque en algún momento el Vaticano invitó a los mitrados hispanos a rebajar la tensión con el Gobierno de Rodríguez Zapatero -no se olvide que el Papa vendrá a España en el 2011, cuando participará en Madrid en la Jornada Mundial de la Juventud y podría viajar durante unas horas a Santiago de Compostela-, el magisterio de Benedicto XVI no deja lugar a dudas sobre la defensa de la vida. No es ningún secreto que la ampliación de la legislación sobre el aborto prevista en España ha causado un profundo dolor en el propio Papa, que a través de su secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, ha mandado al Gobierno español, en esta materia, recados muy claros. Pero además se da la circunstancia de que, por una vez, los prelados también tienen a su lado en España, frente a la reforma promovida por el Gobierno, a sectores del catolicismo que a diario se muestran muy críticos con la jerarquía de la Iglesia.
Política sanitaria
Los obispos difundieron ayer desde la sede madrileña de la Conferencia Episcopal un documento en el que señalan, por ejemplo, que «el derecho a la vida» no es «una concesión del Estado», sino «un derecho anterior al Estado mismo», por lo que «este tiene siempre la obligación de tutelarlo». La Conferencia Episcopal entiende que «la inclusión del aborto entre los medios supuestamente necesarios para cuidar la salud es de por sí una grave falsedad», ya que «abortar nunca es curar, siempre es matar». Mientras el Gobierno pretende, al despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo, que hasta la decimocuarta semana de gestación no sea necesario alegar motivos para abortar, e incluso que las adolescentes de 16 años de edad puedan abortar sin el consentimiento de sus padres, la Iglesia española defiende que cada vida humana ha de ser, para toda la sociedad, «sagrada».