El frío agrava la situación y las autoridades piden ayuda a estudiantes de Medicina y galenos jubilados
24 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.La llegada del frío intenso agravó aún más la situación de la propagación de la gripe A(H1N1) en Argentina y en Chile, que padecen además sus propias epidemias de gripe estacional y enfermedades respiratorias, en especial niños y ancianos. De acuerdo con el último informe del Ministerio de Salud, ya suman diez los muertos por la gripe A en Argentina, donde los últimos tres casos se dieron el pasado fin de semana, un hombre de 30 años y dos niñas de 2 que tenían patologías previas. Los tres vivían en la ciudad de Buenos Aires y su periferia. El parte diario del ministerio reveló que hay 95 nuevos casos, lo que eleva el número total de infectados a 1.213 y aún hay 976 en análisis.
Con estas cifras, Argentina es el país sudamericano con mayor cantidad de muertos por este virus. Debido a la situación, las autoridades sanitarias convocarán a estudiantes del último año de la carrera de Medicina y a médicos jubilados para que colaboren en la asistencia en las guardias de los centro médicos. La medida se decidió a raíz de la creciente demanda hospitalaria por la epidemia invernal de gripe estacional e infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB), que incluyen bronquiolitis, bronquitis y neumonías, sumadas a las nuevas consultas por la nueva influenza. La gran cantidad de pacientes con síntomas de la gripe agravó la situación, al punto de que en ninguno de los 32 hospitales de la ciudad de Buenos Aires se realizarán las cirugías que tenían programadas, ya que todos los médicos (y las camas) estarán dedicados a tratar a los afectados por la gripe. Las autoridades sanitarias han dispuesto en Buenos Aires unidades móviles para atender a los pacientes que presentes síntomas gripales.
En Chile hubo dos nuevas muertes por la gripe A(H1N1), enfermedad que ya ha matado a siete personas en el país. Se trata de las dos primeras mujeres que fallecen por el virus. El primer caso corresponde a Sandra Cerón Herrera, de 45 años, quien murió tras sufrir una neumonía grave. La mujer estaba internada en una clínica desde el 16 de junio y dos días después se confirmó que portaba el virus. El segundo deceso fue el de Ceremila Delgado, de 67 años, quien padecía una fibrosis pulmonar. La mujer fue internada en estado grave en el Hospital de Osorno, el 13 de junio, y dos días después fue trasladada para conectarla a ventilación artificial.