Lo dice Juan Jacobo Ardá, tras finalizar la celebración, mientras cae la tarde entre las tumbas que envuelven el templo y rodeado de fieles: «Siento que así se expresa mejor el misterio de la fe». «Porque con este rito, además -añade-, se entiende mejor el sacerdocio». Ardá es un sacerdote de la Diócesis de Santiago de Compostela. Un sacerdote, por cierto, del que hablan maravillas quienes fueron sus formadores en el seminario. Y se encarga, entre otras parroquias, de la de Mondoi. La del domingo, siempre a las 20 horas, es la única misa que celebra por el rito tridentino. Aunque, evidentemente, no le importaría usarlo en las demás.