Los coches híbridos como el Prius son por ahora los únicos alternativos solventes. Ir de A Coruña a Vigo exige menos gasto en gasolina que el coste de usar la AP-9
13 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Están por llegar los coches eléctricos puros con suficiente autonomía para recorridos interurbanos largos. Por ahora siguen muy limitados tanto en autonomía, velocidad o puntos de recarga y solo hay disponibles un puñado de vehículos híbridos (con baterías recargables apoyadas en el motor de combustión) capaces para un viaje en familia del tipo entre A Coruña y Vigo. La nueva generación del Toyota Prius que acaba de llegar a los concesionarios mejora su eficiencia pues gana en aceleración (pasa de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y gasta un 14% menos (3,9 litros a los cien, oficiales). Es prácticamente equiparable a un coche convencional del segmento D, pues ha pasado de los 110 CV del anterior modelo, a los 136 CV y su precio arranca en los 22.860 euros.
En la prueba por autopista entre las dos ciudades, coches pequeñitos puramente eléctricos, con precios anunciados muy por encima de los 30.000 euros, se quedarían cortos en prestaciones, pero el Prius cumple y le bastan ocho litros de gasolina para los 159 km, casi todos por la AP-9. El consumo medio fue de 5,1 litros a los cien kilómetros y el coste fue de 8,6 euros en combustible (repostando en una de las gasolineras más baratas de A Coruña, a 1,073 euros el litro) y 12,50 euros de peaje.
El lema de Toyota es «conduzca más por menos dinero» y hubiera sido posible rebajar aún más el gasto en combustible, como también es asequible con los más contaminantes urbanos diésel o microurbanos de gasolina, pero preferimos condiciones de la prueba plenamente «reales»: llevando el Prius a la velocidad máxima permitida de 120 km/h donde era posible, con el climatizador funcionando en un día de fuerte calor, y con tres pasajeros a bordo. Eso sí, se utilizó el modo ECO que favorece una conducción más económica y de menores emisiones de CO2, a cambio de limitar un poco las recuperaciones. Así la respuesta es más progresiva, frente a la más alegre salida del modo PWR.
Acercarse a consumos medios de 3,9 litros como los que presume Toyota implicaría hacer un mayor uso de la circulación solo con el motor eléctrico, al salir de la plaza de Lugo coruñesa o cerca de O Berbés. El coche es capaz de circular dos kilómetros sin el motor térmico, a un máximo de 45 km/h. Por supuesto, el Prius apaga automáticamente el motor de explosión al parar en los semáforos. También se hubiera ganado algo de recarga de la batería, usando el modo de conducción que aprovecha intensamente el freno motor al bajar las cuestas. O circulando a un máximo de 80 km/h en autopista.
No parar en los tres peajes de la AP-9 también reduciría aún más el consumo, las emisiones y tiempo de viaje, pero, como es sabido, los ahorros que pueden obtenerse con la tarjeta de telepeaje son mucho más bajos que los ofertados en otras autopistas españolas. Con dicho abono, vehículos ligeros como el Prius obtienen en la AP-9 descuentos del 25% en el peaje de retorno, siempre que el viaje sea el mismo día y en jornada laborable.
Frente a los que tienen dudas medioambientales sobre la conveniencia de usar más baterías en la automoción, Toyota dice que el coche es reutilizable en un 95% al final de su vida útil, y reciclable en un 85%. Calcula un posible ahorro de mil euros al año en combustible y similar mantenimiento respecto a sus homólogos convencionales.